Si pese a lo advertido por los especialistas en las últimas semanas, la tentación fue más fuerte y hoy lo que predomina es el malestar estomacal, es momento de hacer un stop y resetear la digestión.
Durante las últimas semanas, los especialistas en nutrición se encargaron de reforzar la idea de que, sin privarse de comer lo que a cada uno le dé placer, no era necesario caer en el atracón tan característico de las comidas de fin de año.
La época de las Fiestas está relacionada culturalmente a eventos sociales con familiares y amigos que giran en torno a comidas y bebidas típicas. Y un problema recurrente es la ingesta excesiva de alimentos en un corto período de tiempo que suele propiciar un estado de malestar estomacal, acidez, dolor de panza y distensión abdominal durante los días posteriores.
Una palabrita “mágica” que aparece entonces por estos días es “detox”, que remite a la desintoxicación. “Y aunque anteriormente hacía referencia simplemente al proceso biológico por el cual nuestro cuerpo naturalmente elimina toxinas, en la actualidad se aplica a un sinfín de opciones, desde dietas de tres días hasta productos para la piel”. Eugenia Briz es licenciada en Nutrición (MP 95) y consultada por Infobae comenzó a desarrollar: “Si googleamos ‘dieta detox’ nos encontraremos con infinidad de alternativas distintas, pero estos ‘planes de desintoxicación’ suelen tener varios aspectos en común: son de corta duración (entre un día y un mes), incluyen el consumo exclusivo de frutas y verduras; períodos de ayuno; eliminación de harinas y/o lácteos de la alimentación diaria; restringen la cafeína y/o el alcohol, y promueven el uso de tés o batidos en reemplazo de comidas”.
Y tras destacar que “está científicamente comprobado que el cuerpo humano cuenta con un excelente sistema de desintoxicación”, la especialista agregó: “Nuestros órganos trabajan en conjunto en la eliminación de desechos: el hígado remueve residuos del torrente sanguíneo mientras que los riñones los excretan a través de la orina. El intestino no necesita una limpieza interna ya que naturalmente selecciona los nutrientes necesarios para su absorción, dejando de lado aquello que no necesita para ser eliminado posteriormente”.
“Se podría decir que el cuerpo es esencialmente una máquina de auto-limpieza. Entonces, el enfoque debe estar puesto en una correcta alimentación que favorezca el proceso natural de desintoxicación, brindándole los nutrientes necesarios para que nuestro cuerpo trabaje de acuerdo con su capacidad -sostuvo Briz-. Para esto no hay una solución universal, se logra con un plan de alimentación saludable realizado por un licenciado en Nutrición, que evalúe los requerimientos individuales y adapte la alimentación a cada persona”.
Puntualmente acerca de estos días posteriores a la Navidad, la licenciada en Nutrición Ana Chezzi (MN 2245) recomendó que “lo ideal después de una comilona como siempre se hacen los días 24 y 25, que se festeja con diferentes partes de la familia es darle al cuerpo una semana de reposo digestivo, que equivale a llevar un plan de alimentación muy bajo en grasas, sin azúcares, sin ultraprocesados como para que el cuerpo pueda descansar un poco después de todo lo que se le hizo digerir en estos días”.
Para ella, “lo ideal sería comer muchas frutas y verduras frescas, que aportan vitaminas y minerales e hidratan al cuerpo”.
“En caso de que las personas sean vegetarianas pueden comer lácteos descremados, siempre y cuando no tengan alergia a la lactosa o la proteína de los lácteos,y si comen carne, elegir las magras, ya sean carnes rojas, pollo o pescado -sugirió-. Si son veganos, entonces lo ideal es consumir cereales y legumbres, que tienen un buen aporte de proteínas, con lo cual están cubiertos también en ese nutriente y no sólo en vitaminas y minerales”.
Y tras aconsejar “consumir alguna yema de huevo, algo de palta, algo de nueces y semillas, pero en muy baja cantidad para no aportar tanta grasa y condimentar las ensaladas y los vegetales con un aceite de oliva de buena calidad”, remató: “Principalmente, se debe tomar mucha agua para ayudar a depurar el organismo”.
La herramienta del ayuno como estrategia nutricional
De un tiempo a esta parte comenzó a escucharse acerca de los ayunos intermitentes como método de reposo digestivo para “resetear” el organismo.
Y si bien a muchos podrá parecerles una alternativa válida para estos días post festejos, la licenciada en Nutrición María Cecilia Ponce (MN 3362) explicó a este medio que van mucho más allá de un día detox. “Los beneficios del ayuno hay que pensarlos no como una estrategia nutricional para compensar el desorden de las Fiestas sino como una propuesta nutricional cuando lo que se busca lograr es bajar los niveles de inflamación, mejorar la biogénesis mitocondrial, mejorar la digestión”, señaló.
Y a esas bondades conocidas agregó: “El ayuno ayuda a generar mayor cantidad de ácido clorhídrico en el estómago por lo tanto mejora la hipoclorhidria y con ello se predispone a una mejor asimilación de nutrientes y mejor digestión de proteínas, se disminuyen los niveles de insulina y glucemia en sangre lo cual mejora el metabolismo a corto plazo, predispone al organismo para quemar más grasas de sus reservas, entre otros beneficios”.
“Los ayunos son prácticas ancestrales, milenarias, presentes en todas las religiones y todas las civilizaciones a lo largo de la historia; es algo sumamente implementado durante toda la humanidad con diferentes tipos de fines, ya sean religiosos o depurativos”, sostuvo Ponce, para quien “el concepto no debe ser aplicar el ayuno como estrategia compensatoria ante el desorden sino como una estrategia para implementar durante el año como parte de resetear la digestión y adecuarla al ritmo circadiano”.
Y tras resaltar que “el ayuno surge naturalmente cuando se tiene una alimentación adecuada acorde a cada uno y basada en alimentos reales”, la nutricionista señaló que en estos días post Fiestas, “conociendo estos beneficios y manteniéndose bien hidratados con bebidas libres de colorantes ni aditivos alimentarios se logrará mejor bienestar”.
Para ella, “empezar a realizar ayunos tiene que ver con respetar las necesidades y los ciclos de saciedad y apetito”. “Cuando consumimos alimentos densos nutricionalmente, ricos en grasas saludables y fibras y controlados en proteínas se tiene una percepción de la saciedad diferente y eso permite valorar y respetar cuándo es hambre real y cuándo emocional -agregó-. Es importante mantenerse hidratado, y siempre hacerlo bajo supervisión de profesionales y no como una estrategia frente al desborde”.
“Ya sean de 12, 14 o si se logran las 16 horas, el ayuno siempre debe ser acompañado de una base alimentaria apropiada”, remarcó Ponce.
En esa línea, Briz aportó: “El detox puede ser una excelente manera de impulsar cambios positivos, el problema es la desinformación sobre cómo hacerlo correctamente. La connotación positiva del término detox puede inspirar a las personas a presionar el botón para reiniciar el sistema e iniciar cambios saludables. El concepto puede ser sumamente beneficioso si nos ayuda a prestarle más atención a lo que comemos, pero lo que se haga por pocos días nunca podrá revertir aquellos hábitos que se sostienen durante el resto del año. Lo mejor es avanzar a paso lento pero firme hacia una alimentación saludable que nos permita vivir plenamente, libres de culpas y obsesiones”.
A lo que la licenciada en Nutrición Laura Romano (MN 5992) aportó: “No sería correcto hablar de desintoxicarse porque en verdad no nos intoxicamos. Sí sirve, tal vez, comer más liviano al día siguiente”. Y tras sostener que “quien comió de más no debe estresarse, dar vuelta la página y volver a los buenos hábitos de siempre”, remató: “Y no olvidarse que es más importante lo que se hace entre Año Nuevo y Navidad que entre Navidad y Año Nuevo”.