La OMS vigila la nueva mutación que nace de la combinación de Ómicron BA.1 y BA.2. Surgió en el Reino Unido a finales de marzo y ya está presente en otros países de Europa, India y Brasil. Qué se sabe hasta ahora
Con cada vez menos restricciones a la circulación en todo el mundo, y mientras los países intentan retomar el ritmo de vida previo a la pandemia de COVID-19, el SARS-CoV-2 y su evolución -y esperable- dinámica viral vuelve a sorprender con una nueva variante que enciende las alarmas.
Detectada a fines de marzo en el Reino Unido, la nueva variante se encuentra ya presente en otros países de Europa, India, y Brasil anunció la primera infección adjudicada a la flamante mutación ayer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe de actualización epidemiológica del pasado 29 de marzo la calificó como un resultado de la combinación entre la variante original de Ómicron (BA.1) y el sublinaje BA.2, también conocido como Ómicron silenciosa. Y la denominó como XE.
Los interrogantes acerca de hasta cuándo o con qué frecuencia el SARS-CoV-2 podría seguir su replicación ya habían sido planteados con el surgimiento de la subvariante BA.2, que si bien generó casos leves de la enfermedad, su velocidad de transmisión causó brotes en casi todo el mundo.
Y si bien por el momento los primeros informes la describen como silenciosa, altamente contagiosa y con síntomas aún poco claros, lo cierto es que XE se transmitiría 10% más rápido que sus antecesoras y sigue en estudio su velocidad de propagación.
Los virus, igual que en cualquier organismo, se producen mutaciones aleatorias, es decir alteraciones del material genético. La mayor parte de estas mutaciones no tendrán ningún efecto, pero otras sí que pueden modificar las características del virus, incluso le pueden aportar ventajas. Por ejemplo, algunas de las mutaciones del coronavirus han facilitado su entrada en las células humanas, haciéndolo más contagioso.
“En la historia del hombre ha habido al menos seis o siete saltos de especies de coronavirus de animal a hombre hasta ahora y el SARS-CoV-2 es sólo el último. En todos los demás casos, lo que sucedió fue que después de una fase aguda, el virus se volvió mucho más leve”, había explicado el profesor Mario Clerici, catedrático de Inmunología de la Universidad Estatal de Milán y director científico de la Fundación Don Gnocchi, en oportunidad del brote que BA.2 causó en Europa. Y amplió: “Y todos estos coronavirus, excepto el MERS que, sin embargo, es otra historia, siempre han vivido con nosotros y nos dan síntomas que son resfriados muy leves, muy leves. Entonces, si nos basamos en lo que sucedió con todos los demás coronavirus, es bastante lógico suponer, esperar, que también sucederá lo mismo con este”.
1. ¿Es una variante más contagiosa?
La OMS clasificó a la variante XE como de “alta preocupación” puesto que nace de la combinación de dos cepas muy contagiosas, como son Ómicron (BA.1) y Ómicron silencioso (BA.2). El estudio afirma que XE es un 10% más transmisible que la variante BA.2, que ya contaba con un 75% de poder de infección respecto a la Ómicron original. Sin embargo, aún siguen activas las investigaciones para determinar si se trata de la variante más contagiosa. Por el momento, se mantiene dentro del rango de lo que ya se sabía de la variante Ómicron.
Asimismo, desde el organismo reconocieron que el estudio de la propagación del COVID se complicó durante las últimas semanas debido a que se realizan menos pruebas diagnósticas. Esto se traduce en que los datos sean “menos significativos” y “menos sólidos” y, por lo tanto, más difícil de rastrear “dónde está el virus, cómo se propaga y cómo evoluciona”, siendo clave la investigación para estimar la posibilidad de entrar en una nueva fase de la pandemia.
2. ¿Provoca los mismos síntomas?
Las primeras estimaciones del estudio de la OMS no indican que la nueva variante tenga síntomas diferentes a los generados por las cepas ya conocidas del SARS-CoV-2, ni tampoco que los cuadros que provoca revistan mayor gravedad.
De allí es que los especialistas coinciden en que la manera en que se manifiesta la infección en el organismo continuará siendo con fiebre, fatiga, secreción nasal, dolor de garganta y de cabeza.
No obstante, en su último informe, el organismo destacó que “continúa monitoreando y evaluando de cerca el riesgo para la salud pública asociado con las variantes recombinantes, junto con otros SARS-CoV-2, y proporcionará actualizaciones a medida que haya más evidencia disponible”.
3. ¿Protegen las vacunas existentes?
Los expertos en virología y genómica no creen que la recombinante XE sea más grave o resistente a las vacunas que otros tipos de Ómicron. El profesor François Balloux, genetista del University College de Londres, afirmó que es probable que la variante siga un camino similar al del linaje AY.4.2 Delta, “olvidado desde hace mucho tiempo”, que despertó temores en Gran Bretaña pero no llegó a despegar en otros lugares. En sus redes sociales, el profesor Balloux afirmó: “La XE no es una variante preocupante”.
Las vacunas brindaron una buena protección contra enfermedades graves y muerte por las variantes anteriores, pero los expertos resaltan que se sabe que se necesita una tercera dosis de vacuna para brindar el mismo nivel de protección contra Ómicron.
4. ¿Cuál es la diferencia entre una variante y una subvariante?
La doctora Angela Rasmussen, viróloga de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, afirmó que “no hay razón para ponerse nervioso”. Remarcó que XE es uno de los muchos recombinantes de Ómicron BA.1 y BA.2. “Como tal, por mucho que tenga éxito, seguirá siendo un sublinaje de Ómicron”. Delta contaba con más de 200 sublinajes de este tipo antes de ser desplazado por Ómicron.
También señaló que “XE no es una letra griega que designe una nueva variante de interés. Es sólo una recombinación de Ómicron, la quinta identificada, después de XA, XB, XC y XD”. Aconsejó que hay que tomar las mismas precauciones para el COVID-19 en general.
En tanto, la profesora Susan Hopkins, asesora médica jefe de la agencia sanitaria británica UKHSA, declaró: “Las variantes recombinantes no son un hecho inusual, sobre todo cuando hay varias variantes en circulación, y se han identificado varias en el transcurso de la pandemia hasta la fecha. Al igual que ocurre con otros tipos de variantes, la mayoría se extingue con relativa rapidez. Este recombinante en particular, XE, ha mostrado una tasa de crecimiento variable y aún no podemos confirmar si tiene una verdadera ventaja de crecimiento”.
5. Las variantes “mixtas” son comunes
A medida que los virus mutan con el tiempo, es probable que se produzcan variantes recombinantes.
“Ya sucedió algunas veces y, por lo general, la forma en que sucede es que cuando circulan dos variantes y alguien se infecta con ambas al mismo tiempo, luego el virus se recombina con las características de ambas variantes”. Carlos Malvestutto es MD, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, y en una reciente entrevista confirmó que, hasta el momento, no hay indicios de que la variante XE sea mejor para escapar de la inmunidad obtenida por una infección o vacunación previa.
“Realmente no vemos en estos pocos casos que se han visto en el Reino Unido, China e India que esté causando una enfermedad grave”, destacó.
Qué opinan los expertos
“Esta es la dinámica viral y el resultado de su capacidad de replicación, que lo hace miles de millones de veces y le sirve al virus para ir cambiando su característica genética y encuentre formas de sobrevivir en un ambiente hostil”. Así comenzó a explicar a Infobae el médico infectólogo y miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (Sadi) Francisco Nacinovich (75.823), el motivo del surgimiento de la nueva subvariante.
Y continuó: “A veces esos cambios lo hacen (al virus) más eficiente para seguir multiplicándose, diseminarse y ocasionar daño, y otras veces esos cambios, que los hace al azar, le permiten sólo alguna de esas características. Tal vez lo hacen muy eficiente para diseminarse pero con menos impacto en la salud, o al revés”.
El médico neurólogo Conrado Estol (MN 65.005) evaluó ante la consulta de este medio que “en primer lugar la noticia responde a que el Reino Unido secuenció en forma genómica un un millón de muestras de Ómicron y en ese millón identificaron en enero esta subvariante que llaman XE, que hasta ahora causó unos 600 casos en ese país”.
“Se llama XE porque ya encontraron la XA, XB, XC y XD y ninguna revistió gravedad -amplió el experto con formación médica en los EEUU-. Es una variante recombinante porque combina BA.1 (la que se diseminó en la Argentina en diciembre y enero) con la BA.2″.
Según precisó el médico infectólogo Roberto Debbag (MN 60253), “los datos que se conocen de la circulación en algunos países europeos es que es una variante de recombinación, es decir cuando aumenta la incidencia de la infección por la mayor circulación afecta también a los huéspedes inmunocomprometidos y se producen recombinaciones”.
Y tras asegurar que “hoy por hoy no se conoce el grado de contagiosidad y el impacto que va a tener, como así tampoco si elude al sistema inmunitario”, el especialista señaló que “se espera que posiblemente sea muy parecida a Ómicron”.
Consultado sobre si XE podría causar una nueva ola de contagios global, Nacinovich aseguró que “por supuesto que puede producir brotes y acá es importante señalar cómo trabaja la ciencia”. “Es ejemplificador que superando cualquier frontera geográfica, política o ideológica, la ciencia trabaja colaborativa y solidariamente y eso es una realidad muy positiva que nos invita a pensar en lo importante que es invertir en ciencia y en educación, lo que permite crecer en todos los aspectos y tiene implicancia en todos los escenarios de la vida humana”, reflexionó.
“Estamos alertas a este tipo de escenarios que nos ponen con todas las alarmas dispuestas a ver qué pasa en el país, y cómo llega esta variante a la Argentina”, sostuvo Nacinovich, en tanto para Debbag, “que esta subvariante produzca un impacto van a depender de cada país porque se sabe que hay cuatro variables que hacen que pueda haber lo que se llama un efecto ping pong, es decir brotes epidémicos de COVID en diferentes partes del mundo”.
Y en ese sentido, enumeró: “la tasa de población vacunada, los tipos de vacunas utilizadas, las estrategias de vacunación en la infancia y si el impacto de Ómicron en los últimos meses generó inmunidad en la comunidad”.
Sobre eso, Nacinovich finalizó: “Este nuevo contexto que plantea la subvariante XE es también un estímulo para que la gente acceda a completar los esquemas de vacunación, lo cual es muy importante sobre todo ahora que está circulando gripe y se pueden confundir los cuadros”.