Un estudio reveló cuáles son las consecuencias de la falta de sueño. La investigación, realizada en ratas de laboratorio, mostró que dormir menos de las horas recomendadas impide que el cerebro acceda eficazmente a todas sus funciones.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan destacó recientemente la influencia crítica del sueño en la memoria a largo plazo. Según el estudio, una noche de sueño insuficiente afecta el funcionamiento de señales clave en el cerebro, necesarias para la formación y recuperación de recuerdos.
El estudio, realizado en ratas de laboratorio, mostró que dormir menos de las horas recomendadas impide que el cerebro acceda eficazmente a los recuerdos ya formados y dificulta la creación de nuevas memorias. De acuerdo con la investigación, tan solo una noche con menos de seis horas de sueño es suficiente para comprometer la capacidad de la memoria.
Asimismo, aseguraron que una noche durmiendo la cantidad de horas necesarias, después de una de poco sueño, no es suficiente para corregir la señal cerebral. Dormir poco disminuye la atención, la concentración y la memoria, además de empeorar el rendimiento en el trabajo y en lo académico.
En definitiva, el insomnio no solo daña la salud física y psicológica de quien lo padece, sino que también afecta el funcionamiento integral del cerebro y sus funciones básicas.
¿QUÉ OCURRE EN EL CEREBRO DURANTE EL SUEÑO?
El cerebro, compuesto por miles de millones de neuronas, depende de la sincronización de señales entre grupos neuronales para formar recuerdos duraderos. En particular, este proceso ocurre en el hipocampo, una región crucial para la consolidación de la memoria.
Durante el sueño, las neuronas del hipocampo emiten patrones de disparo rítmicos y organizados que facilitan la comunicación con el neocórtex, donde finalmente se almacenan los recuerdos.
El profesor Kamran Diba, coautor del estudio, explicó que el equipo analizó los efectos de la privación del sueño en siete ratas, monitoreando la actividad del hipocampo mientras los animales exploraban laberintos en diversas condiciones de sueño. A algunas ratas se les interrumpió el sueño, mientras que otras descansaron de manera regular.
El análisis de los patrones neuronales reveló que las ratas que no durmieron lo suficiente mostraban niveles de actividad de ondas agudas en el hipocampo similares, o incluso superiores, en comparación a las que durmieron adecuadamente.
Sin embargo, estas ondas presentaban una notable pérdida de organización y fuerza, afectando la repetición de patrones previos necesarios para la memoria. Incluso después de que las ratas privadas de sueño lograron dormir nuevamente durante dos días, la actividad de las ondas no alcanzó la calidad registrada en las que mantuvieron un sueño regular desde el inicio.