Harvard deja atrás la pirámide nutricional y propone un método más práctico para alimentarse mejor. El Plato de Harvard es una guía visual sencilla que revoluciona la manera de planificar nuestras comidas diarias.
Harvard dejó atrás el clásico modelo de la pirámide nutricional para introducir una herramienta visual más clara y efectiva: el Plato de Harvard. Este método revoluciona la manera de planificar nuestras comidas, fomentando una alimentación equilibrada y saludable.
El Plato de Harvard busca simplificar la nutrición, alejándose de las dietas restrictivas o complejas. Con proporciones fáciles de recordar, esta propuesta permite incorporar hábitos saludables de manera accesible, sin comprometer el sabor o la variedad en tus platos diarios.
DE QUÉ SE TRATA EL MÉTODO PLATO DE HARVARD
El Plato de Harvard se basa en dividir la comida en proporciones ideales para garantizar una alimentación balanceada. Según los especialistas, este método no solo promueve una pérdida de peso saludable, sino que también mejora la energía diaria gracias a los nutrientes obtenidos de alimentos equilibrados.
Además, seguir este enfoque reduce el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, problemas cardíacos y ciertos tipos de cáncer. Incorporar más frutas, verduras y granos integrales en las comidas diarias garantiza una buena digestión y aporta una fuente rica de fibra, vitaminas y minerales esenciales para el cuerpo.
Este modelo es ideal para quienes buscan mejorar su alimentación sin caer en restricciones. Priorizar alimentos saludables y controlar las porciones permite disfrutar de las comidas mientras se adquieren beneficios significativos para la salud.
PLATO DE HARVARD VS. PIRÁMIDE NUTRICIONAL: LAS DIFERENCIAS
La pirámide nutricional, utilizada por décadas, puede ser confusa para algunas personas debido a su formato menos intuitivo. El Plato de Harvard, en cambio, es una herramienta visual más directa, diseñada para adaptarse mejor a los estilos de vida actuales.
Mientras que la pirámide pone énfasis en grupos de alimentos sin considerar proporciones prácticas, el Plato de Harvard organiza las comidas en partes fácilmente identificables: frutas, verduras, proteínas y granos. Este enfoque fomenta una alimentación más flexible y adaptable, permitiendo mayor variedad y menos rigidez en las elecciones diarias.
Con esta nueva guía, Harvard apuesta por una alimentación simple pero efectiva, que cualquiera puede incorporar sin dificultad.
PLATO DE HARVARD: LAS PROPORCIONES IDEALES
El método se basa en dividir el plato en las siguientes proporciones:
- 50% frutas y verduras: Son la base de una alimentación saludable, aportando vitaminas, minerales y fibra esenciales.
- 25% proteínas: Incluye opciones como pescado, carnes magras, huevos o legumbres, fundamentales para la reparación y construcción de tejidos.
- 25% granos integrales: Alimentos como arroz integral, quinoa o avena proporcionan energía sostenida a lo largo del día.