Este viernes a la mañana, las calles de nuestra ciudad se llenaron de un ambiente festivo inigualable. Como si se tratara de un desfile de bienvenida, caravanas de automóviles y camionetas inundaron las calles en una marcha alegre y colorida. ¿El motivo? La celebración del 30 aniversario de la participación de la barra pesquera en la fiesta del Surubí.
La singularidad de este año residía en que la caravana no estaba sola. Como una extensión de la festividad, un grupo compacto de niños de varios jardines maternales de la zona céntrica se unió a la procesión. Los pequeños, con globos en mano y acompañados de sus maestras y padres, añadieron una nota de inocencia y alegría a la celebración.
A su paso, las caravanas eran recibidas con canticos de bienvenida y bocinazos, señal de la emoción que embargaba a los espectadores. Lo llamativo es que algunas camionetas estaban adornadas con globos amarillos.
Los más pequeños, portando globos y seguidos de cerca por estas camionetas, caminaron por las calles céntricas. En cada esquina, las personas saludaban a los niños y a la caravana, proclamando su cariño y apoyo a esta tradición que ya suma tres décadas.
El jueves anterior, los miembros de la barra pesquera ya habían hecho acto de presencia en la peña de los pescadores. Con sus túnicas amarillas chillonas, se integraron a la organización de cocineros que prepararon platos típicos de la zona, compartiendo con parte del público en un ambiente de camaradería y fraternidad.
Sin dudas, la bienvenida de honor fue para la gente de Luján, quienes cumplen 30 años de visitas seguidas a la fiesta nacional del Surubí en Goya. Este evento, más que una celebración, es un homenaje a la tradición, a la comunidad y al amor por la pesca que nos une a todos.
Mientras la caravana avanzaba, el sentimiento de orgullo y pertenencia se hacía cada vez más palpable. La barra pesquera, con su caravana y su participación ininterrumpida durante 30 años, demuestra que la fiesta del Surubí es más que una competencia de pesca. Es una celebración de la comunidad, una muestra de la cultura local y un tributo a las generaciones futuras que continuarán con esta hermosa tradición.