El serbio cayó en la final ante el checo Jakub Mensik y no pudo alcanzar el título número 100 en singles de su carrera: todos los detalles.
Novak Djokovic, actual número 5 del ranking, no pudo sumar su título ATP número 100 tras caer en la final del Masters 1000 de Miami ante el joven checo Jakub Mensik, de 19 años, quien se impuso por 7-6 (4) y 7-6 (4) en un disputado encuentro. Sin embargo, la atención estuvo puesta no solo en la sorprendente victoria del checo, sino también en un problema físico del serbio que despertó preocupación: una notable inflamación en su ojo derecho.
Durante los minutos previos al partido, las cámaras captaron a Djokovic con el ojo visiblemente hinchado, enrojecido y casi cerrado, una imagen que encendió las alarmas entre los aficionados y la prensa. Aunque en un principio el tenista llegó al Hard Rock Stadium con gafas de sol que ocultaban el problema, las imágenes revelaron que tuvo que aplicarse varias veces gotas en el ojo en medio de los entrenamientos, un gesto inusual en su rutina.
¿Un golpe? ¿Una reacción alérgica? ¿Un orzuelo? Las teorías abundaron, pero no hubo una explicación oficial por parte del equipo del serbio. Lo cierto es que, aunque no se evidenció una limitación evidente en su rendimiento durante el compromiso, no se sabe hasta qué punto esta molestia pudo haber afectado su visión o su capacidad para responder en los momentos cruciales del partido.
A pesar de este contratiempo, Djokovic no achacó su derrota al problema ocular y, en un gesto de deportividad, otorgó todo el mérito a su joven rival. “Prefiero no hablar de ciertas cosas. No hay nada que le pueda quitar mérito a la victoria de Mensik y no quiero decir nada que parezca que sirva para justificar mi derrota. Cuando uno juega un partido, es igual para los dos jugadores y hay que aceptar todas las circunstancias que sucedan", afirmó Djokovic en conferencia de prensa tras el encuentro. “Me quedo con un sabor amargo por haber perdido la final, pero me marcho de Miami contento tras haber recuperado las buenas sensaciones”, sentenció.
El serbio, de 37 años y seis veces campeón en Miami, volvió a mostrar destellos de su mejor nivel durante el torneo y llegó a la final tras superar al búlgaro Grigor Dimitrov, número 15 del ranking, en semifinales. Sin embargo, para ese encuentro ya se le había visto con una ligera hinchazón debajo del ojo derecho, lo que podría indicar que el problema llevaba días desarrollándose.
Por su parte, Jakub Mensik hizo historia al convertirse en el segundo ganador más joven del Masters de Miami, tras Carlos Alcaraz, quien conquistó el torneo con 18 años en 2022. El joven, que ocupa el puesto 54 del ranking mundial, logró el primer título ATP de su carrera en lo que fue apenas su segunda final en el circuito. Con una madurez que impresionó, el joven checo aprovechó las pocas oportunidades que tuvo durante el partido y mantuvo la concentración en todo momento para superar al veterano serbio en poco más de dos horas de juego.
“Estaba muy nervioso antes del partido, pero ahora estoy muy contento por cómo se dieron las cosas. Es lo más duro que hay en el tenis ganarle a él en una final, y debí estar enfocado durante el partido, al igual que en el resto del torneo”, señaló Mensik al finalizar el encuentro. Tras la victoria, el checo firmó en la cámara con el mensaje “El primero de muchos”, dejando claro su confianza en seguir sumando títulos en el futuro.
Con este triunfo, Mensik también se convirtió en el primer jugador checo en ganar un Masters 1000 desde que Tomás Berdych se coronara en París en 2005, consolidándose como una de las jóvenes promesas del circuito masculino.