En el Madre de Ciudades, el ganador de la Liga Profesional se impuso por 4 a 0 ante el vencedor de la Copa de la Liga gracias a un doblete de la Araña, uno de Benjamín Rollheiser y otro de Jorge Carrascal
River Plate y Colón de Santa Fe se enfrentaron en el partido que cerró el año para las competencias de la máxima categoría del fútbol argentino. En el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero está en juego el Trofeo de Campeones, competencia que puso cara a cara al ganador del torneo de la Liga Profesional y al de la Copa de la Liga. El arbitro fue Patricio Loustau, asistido por Juan Pablo Belatti y Maximiliano Del Yesso.
El Millonario volvió a demostrar todo su poderío a nivel local para quedarse con un contundente 4 a 0. La gran figura de la noche fue Julián Álvarez, autor de dos tantos y la asistencia de Jorge Carrascal. Además, de un remate suyo que pegó en el palo llegó el gol de Benjamín Rollheiser. Rafael Delgado vio la tarjeta roja sobre el final del encuentro.
Luego de un impactante recibimiento, la pelota comenzó a rodar en territorio santiagueño. Tras algunos instantes de estudio, la primera insinuación fue del Sabalero. Eric Meza le ganó en velocidad a Milton Casto y tras un error de cálculo de Héctor David Martínez tenía espacio para ingresar al área, pero decidió emitir un centro sin demasiada puntería. La respuesta del Millonario no se demoró. Luego de una buena jugada colectiva José Paradela tiró un pase venenoso que ninguno de sus compañeros llegó a conectar.
El Negro volvió a inquietar con una pelota parada. Si bien la primera opción no llegó a destino (pase a la espalda del lateral para aprovechar la velocidad de Meza), Cristian Ferreira ganó el rebote y buscó a Rodrigo Aliendro, quien de palomita casi abre el marcador.
Los de Núñez comenzaron a encontrar espacios gracias a Julián Álvarez, su gran figura. Primero buscó ganar a pura gambeta tras un buen pase de Enzo Fernández. Poco después, la Araña ganó dentro del área e intentó con un remate cruzado, pero Leonardo Burián, con algo de fortuna, logró despejar el peligro.
El partido comenzó a ingresar en una meseta, ya que el mediocampo se convirtió en un campo de batalla, en donde ambos planteles comenzaron a prestarse la pelota y los mejores intentos fueron dos remates desde afuera del área: un remate de Ferreyra y otro de Agustín Palavecino.
Cuando todo hacía suponer que el partido se iba a ir al descanso en igualdad, el Millonario encontró la receta del gol. Paulo Díaz clarificó desde el fondo para salir con espacios. Santiago Simón desbordó y tiró un centro que Julián Álvarez no desaprovechó. La Araña le comió la espalda a Bruno Bianchi para cambiarle la dirección a la pelota y descolocar por completo al arquero rival. El golpe le dejó la mandíbula floja al Sabalero, pero los de Núñez no estuvieron finos en la última estocada.
Hasta esta jugada, los comandados por Eduardo Domínguez parecían llevar el encuentro al terreno que les era más cómodo. Minaron la mitad de la cancha e, incluso con dosis de su propia medicina (la presión alta), incomodaron a River.
En el complemento el Millonario salió decidido a querer liquidar el compromiso. Incluso tuvo una chance inmejorable (con algo de suerte en el camino) para estirar el marcador, pero Santiago Simón no estuvo fino al quedar frente al arquero. Su intento se fue por arriba del travesaño.
En esta final, a diferencia de la que Boca le ganó a Talleres por la Copa Argentina hace una semana, si empatan habrá alargue de 30 minutos y de seguir la igualdad se recurrirá a la definición en serie de penales. Luego buscó revancha con un recorte por dentro, pero nuevamente su disparo se fue ancho.
Colón terminó pagando muy caro una mala salida poco antes del cuarto de hora en la segunda parte. Una pared dejó a José Paradela en una óptima posición para asistir a la Araña, quien con suspenso aumentó la diferencia. Con su doblete, el cordobés llegó a los 37 con la banda cruzada en el pecho y comenzó a escalar posiciones dentro de la era Gallardo (quedó a uno de Nacho Scocco y a cuatro de Lucas Alario -lidera Rafael Santos Borré, con 55-).
Aunque el Negro intentó reaccionar con intentos de Farías, Lucas Beltrán o Rafael Delgado, el tramite pasó a jugarse al ritmo y deseo de los del Muñeco, quienes comenzaron a encontrar cada vez más espacios en el último tercio del campo.
Los de Domínguez intentaron no bajar los brazos pero nunca encontraron los caminos y la mayoría de sus insinuaciones fueron más por empuje que por juego asociado. El Millonario, con más espacios, es letal. Julián Álvarez, la gran figura de la noche, comenzó a apilar rivales y probó desde afuera, pero su remate se estrelló contra el palo. Benjamín Rollheiser apareció solo para darle un pase a la red y de esa manera marcar su primer gol en la máxima categoría del fútbol argentino.
La frutilla del postre la puso Jorge Carrascal. El oriundo de Calchín, por si le faltaba algo, asistió de manera exquisita al colombiano, quien marcó el 4-0 definitivo con un certero remate.
Este triunfo, que le significó a River Plate sumar su tercer título de la temporada, será recordado por dos hitos históricos. Uno es que Marcelo Gallardo alcanzó a Ángel Labruna como el más ganador con 22 títulos (8 como futbolista y 14 como entrenador). El otro, que Leo Ponzio, que esta noche se retiró de la práctica profesional, pasó a ser el jugador con más trofeos en el Millonario (17 en total, dejando atrás a Ángel Labruna y Ricardo Vaghi, ambos con 16)
Vale recordar que este Trofeo de los Campeones tiene como único antecedente el ganado por Racing, dirigido por Eduardo Coudet, en 2019, ante Tigre, con Néstor Gorosito como DT, al vencer en Mar del Plata por 2 a 0.