La Premier League inglesa tiene el famoso “Clásico de las Rosas”. Uno de los más antiguos del fútbol con una de las rivalidades más fuertes que trascienden las fronteras del deporte. Aquí repasamos una historia de fútbol, guerras y traiciones.
Tuvieron que pasar 16 años para que Leeds volviera a la máxima categoría del fútbol inglés de la mano de Marcelo Bielsa, y apenas se gestó el ascenso hace dos temporadas. Si bien es cierto que el United tiene el derby local con su vecino el Manchester City, este último es un equipo que creció exponencialmente en la última década gracias a los enormes aportes económicos de sus nuevos dueños, pero históricamente no fue un gran protagonista de la liga más antigua del mundo.
A pesar de la importancia de esta rivalidad, lo cierto es que los Red Devils(como se conoce al United) siempre consideraron como verdadero clásico a dos equipos: el Liverpool y el Leeds. El primero en relación a la relevancia local e internacional de estos dos, al ser considerados los más grandes y los más ganadores de Inglaterra, algo similar al Real Madrid-Barcelona. Con respecto al Leeds, lo que existe es una enorme rivalidad de más de 600 años entre dos condados que se odiaron mutuamente y fueron protagonistas de sangrientas guerras en las antiguas disputas por el trono británico.
La Guerra de las Rosas
A mediados del 1400, tiempo antes de la Dinastía de los Tudor, se desató una disputa por el trono entre dos de las casas más ricas e importantes de Gran Bretaña, los Lancaster caracterizado por la Rosa Roja y los York que se identificaban con una Rosa Blanca. Ambas pertenecientes al norte de lo que hoy es Inglaterra, en dos de las regiones más grandes y pobladas como lo son Lancashire (en las cercanías de Manchester) y Yorkshire (donde se encuentra la ciudad de Leeds).
Durante casi 200 años el trono perteneció a la Dinastía Plantagenet, que era tan grande y poderosa que terminó dividiendose en dos ramas que con el tiempo ganaron mucho poder: las anteriormente mencionadas Lancaster y York. Durante este reinado, el más relevante fue el de Ricardo II, de quien incluso hasta Shakespeare ha escrito, y que es considerado un mal gobierno y un reinado impopular. Este fue derrocado por su primo Enrique, Duque de Lancaster quien aprovechando el vacío de poder y la impopularidad del gobierno asumió el trono como Enrique IV en 1399.Tras años de sucesiones y malas gestiones, la Casa de York decidió reclamar la corona que le correspondía por derecho de sucesión de la familia Platagenet. Sería recién en 1485, cuando en la Batalla de Bosworth, Enrique VII de Lancaster derrotaría a Ricardo III, para luego contraer matrimonio con Isabel de York, terminando así la guerra al “unir” las dos casas, dando origen al reinado de los Tudor, una de las familias más controversiales que reinaron Gran Bretaña.
Históricamente las dos regiones guardaron un recelo la una con la otra, no solo por las guerras sino también por la cercanía y el ser dos regiones que marcaron en gran parte el ritmo del desarrollo del país, sobre todo durante la Revolución Industrial.
Lógicamente, esta rivalidad se trasladó a otros aspectos y el deportivo no iba a ser la excepción. Desde el cricket hasta el fútbol, siempre que se enfrentaban las dos regiones surgía una enorme tensión.
El primer partido entre Leeds y el United fue en 1923, con un empate en cero, aunque unas semanas después los Red Devils serían los primeros ganadores de clásico. Pero fue recién en los 60 cuando la rivalidad se acrecentó ya que eran épocas donde los fanáticos cobraban más protagonismo y aparecían los hooligans, algo similar a las barras bravas de nuestro país. Por esto, la disputa ya no solo era en el campo de juego sino que se dieron enfrentamientos muy violentos en las afueras de los estadios y cada vez que estas hinchadas se cruzaban.
A la par, se daban partidos muy violentos donde hasta el mismo Bobby Charlton se agarraba a golpes en el barro contra los jugadores de Leeds. El equipo blanco, lograría aquí sus mejores apariciones de la mano del hermano de Bobby, Jack Charlton, siendo campeón de la liga y protagonista de muchos torneos quedando por encima de su clásico rival en varias ocasiones. Sería en los 90 cuando ganaría el Leeds su última liga con un joven Eric Cantona, quien luego sería un gran emblema de los Diablos Rojos. No es el único que cambió de vereda, ya que también lo hicieron jugadores como Alan Smith o Río Ferdinand, ganándose el odio de sus rivales.
El historial
Estos equipos se han enfrentado 110 veces en total, con 49 victorias para el United, 26 para el Leeds y 35 empates. Esto incluye liga y copas locales. El último enfrentamiento, fue el pasado febrero con victoria de Manchester 4-2 por la premier en Elland Road, cancha de Leeds.
Por Matías Agustín Paniagua