Europa pone a prueba el buen momento de los azulgranas. Estamos en una buena dinámica y no podemos salir de ella. Hay que seguir con este modelo de juego, que ya nos está dando resultados".
Así resumía Xavi Hernández la inercia positiva en la que vive su equipo desde hace algunas semanas. Después de una larga travesía por el desierto, por fin el Barça empieza a parecerse al Barcelona y, lo que es más importante, los resultados han empezado a llegar.
Los catalanes intentan dejar atrás el bajonazo implícito en jugar Europa League. Simplemente escuchar el himno de la competición les recuerda que están en el lugar equivocado. Que hicieron mal las cosas y ahora les toca pagar cumpliendo su penitencia.
No obstante, ya que han llegado hasta aquí, no es cuestión de tirar un torneo que, por otra parte, da acceso directo a Liga de Campeones. Hay que ir a por todas, no sea que esta vaya a resultar la tabla de salvación de la temporada.
Ha sido en Europa League donde el equipo de Xavi ha firmado una de sus mejores actuaciones de la temporada. Su victoria en el Diego Armando Maradona supuso la confirmación de un salto de nivel impulsado por la llegada del nuevo entrenador en noviembre y de los fichajes de invierno.
Sobra pegada
Ha cambiado tanto la situación en Can Barça en las últimas semanas que un equipo que sufría una acuciante falta de gol, ahora vive en la abundancia. La llegada de los tres jugadores de arriba (Aubameyang, Ferrant Torres y Adama Traoré) ha dado al equipo eso que tanta falta le hacía. De hecho, los tres se han convertido en titulares. Con 14 goles marcados en los últimos cuatro partidos, este Barça se ha convertido en un rival especialmente peligroso.
Su entrenador ha agradecido públicamente la cantidad de recursos que el presidente ha puesto a su favor. Algo que en su momento no se hizo por Ronald Koeman y que resulta que está marcando la diferencia tanto como la propuesta futbolística.
Con tanta buena materia prima entre manos, es normal que las rotaciones empiecen a ser importantes. Si hay tanto donde elegir, más vale que no se escoja siempre a los mismos si no se quiere que los problemas empiecen a aflorar. Xavi lo sabe y por eso está dispuesto a empezar a repartir los minutos, empezando por hoy mismo. "Hay que aprovechar el amplio abanico que tenemos del medio del campo para arriba. Habrá cambios y si todos trabajan, el nivel no tiene que bajar", anticipó el egarense ayer.
Un rival en horas bajas
En cuanto al Galatasaray, está lejos de vivir su mejor momento. Acostumbrado a liderar su liga, los turcos atraviesan el peor momento de su historia. Sólo han ganado dos de los últimos diez partidos en su competición. Les salva que en Europa League han sido capaces de mostrar una versión diferente. A eso se agarrarán.
También al hecho de que su entrenador, Domènec Torrent, conoce de primera mano a Xavi y su método. Fue ayudante de Guardiola y le visito cuando dirigía al Al-Sadd.