Se larga una fecha histórica en la Liga. ¿Cómo nació? ¿A quién se le ocurrió? ¿Es conveniente? Opinan en el mundo: ¿genialidad o disparate?
El dulce de leche, la birome, el colectivo, la milanesa napolitana, el tango, la picana eléctrica, las huellas digitales, el bypass, la radio, silbar a Messi en una cancha y un torneo con una fecha de todos clásicos juntos. Sí, señora, sí, señor, cuando queremos, los argentinos podemos. Así, este finde, volverá ese engendro (¿hermoso? ¿horroroso?) de la fecha de los clásicos. Un fondo blanco de pasión, sobredosis de 22 tipos corriendo atrás de una pelota con tribunas en trance. Un invento que, al parecer, como la birome, el dulce de leche, silbar a Messi, es nuestro. Como comer hasta reventar. Sírvame achuras, vacío, entraña, asado, fritas, bondiola, matambrito, una mixta, flan con dulce de leche, un bombón suizo y tres bochas de helado. Ah, y deje la panera y los grisines, por favor. River vs. Boca, Independiente vs. Racing, San Lorenzo vs. Huracán, Central vs. Newell’s, Gimnasia vs. Estudiantes, Lanús vs. Banfield, Colón vs. Unión y un Barracas Central vs. Sarmiento, que es como ponerle dulce de leche a la napolitana...
Manejado históricamente por dirigentes que cada vez hacen mejor su trabajo de empeorarlo, el fútbol argentino es un producto ya de por sí bastante peculiar: se cambia a cada rato cuántos ascienden y cuántos descienden, de buenas a primeras se indultan a jugadores sancionados y no se permiten visitantes en las canchas pero de vez en cuando se permiten neutrales (guiño-guiño). El caso es que hoy los dirigentes explican que la fecha de los clásicos se hace por pedido de la TV. Y esto de que sean todos en una misma jornada responde a la cantidad de equipos que participan del actual torneo. El año pasado eran 26, en dos zonas de 13, entonces quedaba uno libre por fecha: de ahí los cruces interzonales con los clásicos repartidos a lo largo del certamen. Pero, este año, al ser 28 equipos (14 por zona), para que haya interzonal de clásicos, como pide la TV, la única manera es que se jueguen todos en la misma jornada. Está claro que la TV quiere clásicos para aumentar audiencias y cantidad de suscriptores y, así, con la fecha de los clásicos se asegura al menos una jornada atractiva. Porque con este modo de disputa del torneo de clubes divididos en dos zonas se corre el riesgo de que River-Boca, Independiente-Racing, Huracán-San Lorenzo, etcétera, no se crucen y que no haya clásicos a lo largo de todo un semestre.
Génesis
Lo más curioso es que esta historia empezó durante la más tierna infancia de nuestro fútbol, cuando ni existía la TV: el 4 de noviembre de 1934, para celebrar el nacimiento de la AFA, tras la fusión de la Asociación Argentina de Football y la Liga Argentina de Fútbol, se decidió jugar la primera fecha de los clásicos de nuestra historia. Aquel fue un torneo de 14 equipos, que ganó Boca y que se jugó a tres ruedas (tres ruedas, sí, ya desde chicos veníamos con problemitas organizativos). Así, hubo siete partidos con algunos “clásicos” aun mucho más engendros que varios de los de hoy: Platense empató 2-2 ante Lanús que estaba fusionado con Talleres (RE); y Chacarita venció 3-1 a un Argentinos fusionado con Atlanta.
Ya tiempo después, a fines de los 60, con la creación del Torneo Nacional, llega la conformación de los campeonatos en zonas y en la fecha 11 del Nacional 1971 que consagró a Central se disputó con clásicos interzonales pero en canchas neutrales: River, con pibes por una huelga, le ganó 3-1 a Boca, en el Cilindro; el Rojo venció 2-1 a Racing, en el Viejo Gasómetro; y el Ciclón goleó 3-0 a Huracán, en Atlanta.
También hubo fecha de clásicos en el Nacional 75. Ese torneo tuvo 32 equipos separados en cuatro zonas y lo terminó ganando River. Otro con fecha de intoxicación de clásicos fue el Nacional 82, que obtuvo el Ferro de Timoteo (en la final venció a Quilmes) y que fue un campeonato en el que Huracán fue emparejado con Chicago, y Estudiantes LP con Quilmes, porque ese año San Lorenzo y Gimnasia estaban en la Primera B.
Luego, en 1993, se organizó la Copa Centenario: un torneo de eliminación directa, con ronda de ganadores y perdedores, que se medían en una final. Gimnasia terminó superando a River y se consagró campeón. Lo particular de esa competencia que la lleva inicial de cada equipo fue un emparejamiento contra su clásico rival, a partido único, en cancha neutral.
Tiempos modernos
Ya más acá en el tiempo, nuestro fútbol cambia -cuándo no-, el 29 de abril de 2014: esa noche el Comité Ejecutivo aprueba para el 2015 un torneo de 30 equipos impulsado por Grondona, en lo que fue una de las más grandes modificaciones de nuestra historia. De este modo, para conformarlo, fue necesario que en un año ascendieran diez clubes. Así, el torneo 2015, llamado Julio Grondona (homenaje a Don Julio, quien había fallecido en julio de 2014), fue a una sola rueda, todos contra todos, con fecha de clásicos. Boca fue campeón y segundo quedó el Ciclón.
Algo para destacar es que esta idea se replicó en algunas -pocas- partes del mundo. Entre 2011 y 2013, Brasil adoptó que la última fecha del Brasileirao se disputara a puro clásico. “Fue para darle emoción a la última jornada donde quizás ya el título está definido -cuenta Guilherme Cimatti, de Radio Bandeirantes, Brasil-. Pero la gran demanda de policías que se necesitaban para clásicos que muchas veces eran en una misma ciudad fue la principal razón para ponerle fin. En lo particular, lo extraño: qué más lindo que ver ganar a tu equipo contra el clásico rival, en la última fecha del torneo... Y si es con un gol en el descuento, mejor, ¿no?”.
“Desde hace unos cinco o seis años la fecha de los clásicos está instaurada aquí -cuenta Francisco Henao, de El País, Colombia-. Y me parece bien. Entiendo que es un riesgo y una exigencia mayor para la policía, pero trae mucha emoción. A la gente le gusta”. “Hay que tener en cuenta que Argentina es un país en el que puede hacerse esto por la cantidad de clásicos que hay -explica Federico Buysan, comentarista de Telemundo Uruguay-. Acá, clásico que mueve hay uno solo, Peñarol-Nacional. Entonces, algo así no rendiría”.
“Es una gran fecha -dice Ferrán Martínez, de Mundo Deportivo de España-, pero yo prefiero que sea algo repartido porque tienes más opciones de disfrutarlos . Y la realidad es que aquí en España no lo veo posible”. “A mí me parece excelente -dice Marcelo Burgos, de Rock & Pop Paraguay-. Le da un toque especial a un torneo. Ojalá se pueda implementar en todos los países y ojalá todos los países tengan todos los clásicos que tienen ustedes allí”.
La famosa fecha de clásicos se repitió en nuestro fútbol en la primera mitad de 2016, en otro de los tantos torneos que se consideró de transición (en el fútbol argentino nos alimentamos a base de torneos de transición). Ese certamen, que ganó Lanús, tuvo 30 clubes en dos zonas de 15, con la particularidad de que los que quedaban libres en cada jornada jugaban un interzonal y que, además, en la fecha 12 se disputaba otra fecha interzonal pero repleta de clásicos. Fue histórica: Boca-River, Racing-Independiente, Newell’s-Central y Gimnasia-Estudiantes salieron... ¡0-0!
“La TV siempre nos planteó hacer la fecha de clásicos, porque, lógicamente, genera atractivo en la gente -cuenta Mariano Elizondo, presidente de la desaparecida Superliga-. A los dirigentes nos parecía algo injusto. Porque no todos los cruces son iguales, no todos son clásicos. Que Boca y River, como pasó alguna vez, se encuentren dos veces, mientras que Arsenal y Defensa jueguen también dos veces, y no son clásicos, representa una injusticia deportiva. En el Boca-River se sabe que ganar es una inyección anímica, pero también un gran problema para el que pierde. Que se haga ahora no lo comprendo. No lo veo como un buen negocio: si vos jugás un River vs. Boca en marzo, un San Lorenzo vs. Huracán en abril y un Racing vs. Independiente en mayo, tenés suscriptores nuevos los tres meses, y de esta manera, no. Pero, bueno, entiendo que es por la forma de disputa del torneo y porque la que manda es la TV”.