Como un designio de su historia, otra vez Tigre tendrá que jugar una instancia final contra un equipo grande. Otra vez David contra Goliat. El mismo al que hace tres años derrotó en el mismo escenario que se jugará la definición de la Copa de la Liga Profesional. Una final calcada a la del 2 de junio de 2019, el día más glorioso en la historia del Matador.
De las cinco definiciones que participó Tigre por un título, cuatro fueron en competencias locales y una internacionales. Además de Boca, San Lorenzo y Racing aparecieron el camino local y el poderoso San Pablo en la Sudamericana. Siempre dio pelea. Descendió, ganó, perdió, ascendió y otra vez hace ruge fuerte.
La primera fue por la Copa de Competencia Beccar Varela en 1932, organizada por la Liga Argentina de Football, en el inicio del profesionalismo. Tigre ganó su grupo y definió el título en un triangular con Boca (0-3) y Racing (0-5). Quedó último.
Setenta y seis años después, tras una gran campaña en el Apertura 2008, igualó el primer puesto con Boca y San Lorenzo. Era la primera vez que tenía la chance de acariciar el título de Primera División. En la primera fecha, perdió con San Lorenzo 2-1. Y en la última, venció a Boca 1-0 y quedó segundo por apenas un gol de diferencia ya que el Xeneize había vencido 3-1 al Ciclón.
La primera final-final de su historia fue la de la Sudamericana 2012 ante San Pablo. Tras igualar 0-0 la ida en la Bombonera, perdía 2-0 al final el primer tiempo en el Morumbí y no salió a jugar la parte final por agresiones que sufrieron los jugadores en el vestuario. Igual, la Conmebol no le dio crédito, dio por finalizado el encuentro y el equipo brasileño fue el campeón.
La siguiente fue histórica, inolvidable. Porque el equipo había perdido la categoría y era inexorable:a partir de agosto de 2019 iba a jugar en la Primera Nacional. Apareció Boca en el camino, tras eliminar sucesivamente a Colón, Unión, Racing y Atlético Tucumán. El 2 de junio de 2019, en el estadio Mario Alberto Kempes, el equipo de Néstor Pipo Gorosito se impuso 2-0 con goles de Federico González y Lucas Janson y consiguió la primera estrella de su historia.
Ese mismo año, ya en Primera Nacional, jugó la final del Trofeo de Campeones la Superliga con Racing en Mar del Plata: perdió 2 a 0.
Ahora tendrá la chance de lograr su segunda estrella, justamente ante el equipo más campeón del fútbol argentino, Boca, con 71 conquistas. El que más finales de copas nacionales jugó: 25.
Sin embargo, el Xeneize tiene un particularidad en el escenario del domingo, el Mundialista Mario Alberto Kempes: perdió las últimas dos finales que jugó. La de 2019, claro, con Tigre. Y antes, el 10 de febrero de 2016, disputó la final de la Supercopa Argentina con San Lorenzo y perdió 4 a 0. Aunque también supo festejar en el principal estadio cordobés el 4 de noviembre de 2015, cuando derrotó a Central por 2-0 en la final de la Copa Argentina.
Otra curiosidad del equipo que actualmente dirige Sebastián Battaglia es que aquel 2-0 ante Central por la Copa Argentina es la última final que ganó en los 90 minutos. Después, jugó otras seis, perdió 3 y las tres que empató se consagró campeón en la definición por penales.
Además de San Lorenzo y Tigre, también cayó con River con al Supercopa de 2018. En tanto, festejó tras los 12 pasos con Central (Supercopa 2019), Banfield (Copa Diego Maradona) y Talleres de Córdoba (Copa Argentina 2021).
En los últimos siete años, Boca jugó seis finales nacionales. La del domingo será la séptima. Mientras que Tigre en toda su historia disputó tres y dos triangulares. Está claro que estamos otra vez entre la historia ante una lucha entre David y Goliat.