La histórica velada en el Kingdom Arena de la ciudad de Riad (Arabia Saudita) culminó con la victoria de Usyk por decisión dividida de los jueces (115-112, 114-113 y 113-114) y ahora se convierte en el primer campeón indiscutible de la categoría en la era de los cuatro cinturones (CMB, OMB, FIB y AMB).
El ucraniano salió con muy buen ritmo y comenzó la pelea imponiéndose, conectando certeros golpes con su izquierda. En el quinto 'round' lo puso contra las cuerdas y aunque Fury comenzó a mostrarse más fuerte e intentó frenar los ataques de su rival, ya se le notaba muy cansado. En el noveno, el británico recibió tal castigo que se tambaleó y estuvo a punto de caer a la lona. El árbitro se dirigió a él porque las cuerdas pararon su caída.
Usyk culminó su presentación peleando con inteligencia y tranquilidad, pero sin dejar de presionar a un 'Gypsy King' cada vez más exhausto. El dominio del ucraniano fue evidente. Una vez anunciada la decisión que lo convirtió en rey indiscutible de los pesos pesados, agradeció a su equipo y a sus seguidores por la victoria, que dedicó a su país. Si bien Fury considera que fue el ganador, reconoció la gran actuación del contrincante y ya espera que llegue octubre para la revancha, pactada en el contrato que firmaron.
Usyk sigue invicto como profesional, con 22 victorias, y defiende por tercera vez sus tres títulos mundiales, que arrebató a Anthony Joshua en 2021, añadiendo además a su palmarés el cinturón del Consejo Mundial de Boxeo que ostentaba Fury.