La Roja reaccionó tras ir perdiendo, dio vuelta el partido e irá por el título ante Inglaterra o Países Bajos.
España ganó otro partidazo y está en la gran final de la Eurocopa. Le ganó 2-1 a Francia revirtiendo el resultado y el domingo irá en busca del título ante Inglaterra o Países Bajos que se enfrentan este miércoles. Kolo Muani había puesto en ventaja a los franceses pero la Roja consiguió darlo vuelta por dos genialidades de Lamine Yamal y Dani Olmo y así consiguió avanzar.
Les Bleus mostraron otra cara respecto a lo que venían: salieron a jugar más y un Kylian Mbappé que jugó sin máscara metió un centro perfecto que Randal Kolo Muani (el que no pudo con Dibu en la final de Qatar) cabeceó al gol. Así, tenían resultado y pelota a su favor ante un rival que no se encontraba.
Pero claro, esta España tiene un diferencial que se llama Lamine Yamal. El pibito de 16 años de la nada sacó un zurdazo espectacular que se clavó al ángulo para hacer el 1-1 y ser el más joven en convertir en una Euro. Venía de tres asistencias en el campeonato y esta vez anotó el suyo en el momento más importante y para festejarlo con esas lágrimas que mostró en Munich.
Esa joya desató otro partido y la Francia sólida que se había visto anteriormente se volvió endeble no por su defensa sino por un mediocampo ausente. Tchouaméni no marcaba, Rabiot perseguía y Kanté trataba de tapar todos los huecos. Eso lo aprovechó la Roja apenas después del 1-1 y fue con otra distinguida jugada de calidad individual. Dani Olmo la bajó con tanta clase y calidad que casi se autoasistió, sacó su remate cruzado que Jules Koundé la terminó metiendo en su propio arco y 2-1.
Una ráfaga de cinco minutos en la que España resolvió pasar de estar perdiendo a ganarlo. Todo en un primer tiempo en el que fue pura dinámica y peligro de uno y otro lado. Porque los de Didier Deschamps insistieron principalmente por el lado de Ousmane Dembélé, desequilibrante pero poco eficaz con sus jugadas. Esa fue una de las decisiones pesadas del DT: porque dejó en el banco a
Antoine Griezmann, una figura.
Y con esa desesperación de ir a empatarlo, Francia fue y cargó contra el arco rival mientras España le tocó tener la faceta que menos le gusta, la de esperar y resignar la pelota. Aún así tuvo el control porque a Francia le faltó ese juego colectivo que tampoco buscó ni necesitó. Todo apuntó a jugadas individuales con el buen ingreso de Bradley Barcolá.
¿Mbappé? Empezó bien con la asistencia pero se metió poco en partido. Primero en la izquierda y luego más tirado al centro del ataque pero evitando ser el generador galo. Tuvo su gran chance a los 40' del ST cuando desde la izquierda gambeteó y se hizo el espacio pero el remate le salió a las nubes. El resumen de una Euro marcada por sus inconvenientes físicos con el golpe que le rompió la nariz en el debut vs. Austria.Para él y todos los franceses esta Euro era una obsesión sabiendo que su país no la conquista desde el 2000 y era una deuda pendiente para un plantel que llegó a dos finales de Copa del Mundo. No podrá ser tampoco esta vez (en la Euro no hay partido por el tercer puesto como en los Mundiales) y para el 10 será turno de pensar en su futuro: el Real Madrid ¿y operarse la nariz?