Por César López – Técnico Superior en Turismo
La Fiesta Nacional del Surubí es un paradigma conceptual del significado del turismo. Este fenómeno transformador, edificó un puente de unión con pescadores catamarqueños que entronizaron en Isla “Las Damas” a la Patrona del Turismo como signo y ofrenda de confraternidad.
La historia de esta advocación se remonta a los años 1618 y 1620 en la gruta de Choya, donde se produjo la aparición de la Virgen del Valle. Allí, en las lomadas del Cerro Ambato, en San Fernando del Valle de Catamarca, apareció en una cavidad de piedra la imagen resplandeciente de la Virgen morena.
Una tarde árida y remota del tiempo, sonidos sigilosos de pasos y voces condujeron a un aborigen hacia a la figura taumaturga, milagrosa de la madre del noroeste argentino. Ese fue el inicio de un romance que en el 2020 cumplió 400 años y se sustenta en la fe peregrina de sus fieles que visitan la Catedral Basílica de la capital. Esa es la historia primigenia de la Patrona del Turismo, recibiendo este rótulo en marzo del año 1974. Por eso, también fue reconocida, hace algunos años como Reina y Señora de la Feria Internacional de Turismo, llevada a cabo en Buenos Aires que reúne, en un solo lugar, a todos los agentes del rubro del ámbito nacional y a más de 40 países del mundo.
A raíz de las historias y culturas tan diversas que la Virgen en su infinito amor de madre fue congregando, los catamarqueños decidieron coronarla Patrona del Turismo. Su gruta y santuario se transformaron en grandes atractivos turísticos de Catamarca y el turismo religioso puntal del desarrollo socioeconómico de la región. Esta devoción ferviente viajó hacia el universo de monte y río de nuestro litoral y anidó en la Cuna del Surubí, en la Ciudad de Goya. Pescadores catamarqueños atraídos por la Fiesta Nacional del Surubí, decidieron compartirnos generosamente su manera de concebir el mundo, de sentir y vivir su tradición espiritual y creyente. En medio de la polifonía natural y escenarios con una acuarela de paisajes inigualables que ofrece Isla “Las Damas”, los hermanos de Catamarca entronizaron la imagen de la Virgen del Valle. Debajo del altar quedó inscripta la siguiente oración: “Traemos con profundo sentimiento, fe y devoción la imagen de nuestra virgen morena para que proteja, ampare y bendiga cada hogar de este bello lugar. Club Náutico Las Talas”, 2 de mayo de 2.008. Desde ese entonces es vigía de la biodiversidad de Isla Las Damas y por qué no, también, Patrona de la Ciudad de Goya que consagra la vida de los visitantes que cruzan nuestro riacho para descubrir la grandeza del turismo