Hoy martes 23 de abril, las calles de los barrios vibran con un espíritu de comunidad y devoción. Es el segundo día de la novena a San José Obrero, una celebración que este año ha decidido extenderse más allá de los muros de la iglesia y acercarse a la gente en sus propios vecindarios.
En el barrio Santa, desde las 19:00, los vecinos se reúnen para rezar el Rosario. A las 19:30, se celebra la misa, un momento de recogimiento y comunión, donde se bendicen imágenes y velas. La novena de este año es misionera, llevando el mensaje de Dios a través de las calles y hogares de la comunidad.
El padre Juan Ramón Lezcano es uno de los guías espirituales en esta novena. En una entrevista para el programa AM de FM Norte, nos compartió su visión: "Este es un tiempo de gracia para escuchar la palabra y encontrarse con la comunidad", afirmó. El lema del segundo día de la novena es "Bendito sea Dios que es providencia", una invitación a contemplar y creer en la providencia divina.
Este año, la parroquia San José Obrero ha adoptado una nueva costumbre, siguiendo el llamado del Papa Francisco a ser una iglesia que llega a la gente. Durante seis días, la novena misionera visita diferentes lugares de la parroquia. Ya han estado en El Remanso, y ahora se encuentran en el barrio Santa Ana. Posteriormente, en el tercer día, estarán en Sagrada Familia. En el sexto día de la novena, en el centro parroquial, seguirán el ejemplo de Jesús buscando a las ovejas perdidas.
A pesar de las adversidades, como la lluvia, la comunidad se las arregla para continuar con las celebraciones. Si el clima no permite estar al aire libre, se refugian en el garaje de una familia para rezar el rosario a las 19:00 y celebrar la misa a las 10:30.
Sin embargo, estas celebraciones no son ajenas a la realidad que vive nuestra sociedad. El padre Lezcano comentó que recientemente, el gobierno presentó los números de la economía y “según estos datos, todo parece estar en orden. Pero la realidad de la gente es otra. El dinero no alcanza para cubrir las necesidades básicas. Sin embargo, en medio de estas dificultades, la gente encuentra consuelo y esperanza en la fe. Descubren que hay un Dios amoroso y providente que nunca los abandona. Es en momentos como estos cuando debemos confiar en que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y que nunca escapa de su atención nuestra historia como humanidad”.
La novena continúa su recorrido por los barrios, llevando la palabra de Dios y fortaleciendo la fe de la comunidad. Hoy, en el barrio Santa, se unen en oración y reflexión, buscando el apoyo y la guía de San José Obrero. Que esta novena misionera siga iluminando los corazones y brindando consuelo en tiempos difíciles.