En el corazón de nuestra querida comunidad de Goya, ha caído una estrella. Con profundo pesar, escribo estas líneas para rendir homenaje a nuestro estimado vecino y amigo, Guillermo Codina. Guillermo, un hombre de vasta sabiduría y generosidad inigualable, nos ha dejado, dejando un vacío irreparable en nuestros corazones.
En el corazón de nuestra querida comunidad de Goya, ha caído una estrella. Con profundo pesar, escribo estas líneas para rendir homenaje a nuestro estimado vecino y amigo, Guillermo Codina. Guillermo, un hombre de vasta sabiduría y generosidad inigualable, nos ha dejado, dejando un vacío irreparable en todos quienes lo conocieron.
Guillermo era más que un vecino para todos nosotros. Era un amigo cálido y amable, siempre dispuesto a compartir sus extensos conocimientos y anécdotas fascinantes. Su amor por la historia de Goya era contagioso. Conocía cada calle antigua y cada rincón, y los relataba con tal fervor y detalle que parecía que estábamos escuchando las andanzas emocionantes de una familia. Su pasión por la historia y la cultura nos hizo sentir más conectados con nuestras raíces. La ùltima vez que lo vi, andaba en la Municipalidad queriendo ofrecer su ayuda para limpiar la estatua pedestre del General Jose de San Martin, en la plaza del mismo nombre. Eso pinta a Codina, claramente.
Además de su amor por la historia, Guillermo también era conocido por su afición a la radio. Fue uno de los primeros radioaficionados de nuestra comunidad, una pasión que lo acompañó hasta sus últimos días. Su voz era un faro de familiaridad y comodidad para todos nosotros, llenando nuestros hogares con historias, noticias y música.
Guillermo también era un actor consumado. Durante las temporadas de teatro de los años noventa en el Teatro Candilejas, nos deleitó con sus actuaciones memorables. Cada papel que interpretó, lo hizo con tal dedicación y pasión que nos dejó impresionados y emocionados. En la ultima charla que tuve con él, le pregunte como se llamaba aquella obra teatral que habia protagonizado con Ramon Cavalieri. "Te lo averiguare y te digo, la proxima vez que venga", dijo. La promesa quedará sin cumplir. Emocionaba corazones y su corazon, dijo basta, inesperadamente en las ùltimas horas.
También era un miembro activo del Movimiento Tradicionalista. Muchos de nosotros recordaremos con cariño el 9 de julio cuando Guillermo, con una bandera argentina en la mano, marchaba por la calle Colón junto a sus compañeros tradicionalistas y la caballería. Su amor por la tradición y la cultura argentina era evidente en su participación entusiasta en estos eventos.
Finalmente, Guillermo era un pilar importante en el Aero Club Goya. Su pasión por la aviación era contagiosa, y fue un impulsor activo de numerosas actividades y eventos. Su ausencia será profundamente sentida por todos los miembros y aficionados de la aviación en nuestra comunidad.
El fallecimiento de Guillermo Codina es un golpe inesperado para todos nosotros. Su legado perdurará en las historias que compartió, en las actuaciones que nos conmovieron, y en la pasión que mostró por nuestra cultura y tradiciones. Hoy, nuestra comunidad de Goya está de luto, pero también recordamos con cariño a Guillermo, un verdadero amigo y vecino. Aunque ya no está físicamente con nosotros, su espíritu y su amor por Goya seguirán viviendo en nuestros recuerdos. Descanse en paz, querido Guillermo. Te extrañaremos.