En la fiesta de la Natividad de la Virgen María, jornada nacional de la vida consagrada, el obispo diocesano monseñor Adolfo Ramón Canecín, agradeció a los religiosos y religiosas, por su testimonio y entrega. Envió un abrazo cordial a cada uno de ellos y sus expresiones de gratitud.
"Felíz cumpleaños Virgen María, nos alegramos de tu natividad, porque atraves de ello llegó Jesús, fruto bendito de tu vientre", expresó.
Monseñor Adolfo Canecín, envió un audio-mensaje a todas las religiosas y religiosos de la Diócesis de Goya expresando su cercanía y bendición.
Recordó a las "Monjas Dominicas, al Orden de Vírgenes, a los institutos seculares, a los redentoristas, salesianos y a toda modalidad de vida consagrada que acontece en nuestra Iglesia diocesana", dijo.
Agradeció por "responder con su Sí generoso al Señor, que los llamó a esta modalidad de vida en el seno de la Iglesia. Gracias porque todo carisma es un don del Espíritu para embellecer, hacer madurar y crecer a la Iglesia al servicio del reino de Dios".
En su mensaje el obispo hizo referencia al Documento Final del Sínodo de la Sinodalidad, señalando, "Los cristianos, personalmente o en forma asociada, están llamados a hacer fructificar los dones que el Espíritu concede con vistas al testimonio y al anuncio del Evangelio".
“Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo
Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común” (1 Cor 12,4-7).
Monseñor Canecin puso énfasis en que la sinodalidad es una dimensión constitutiva del ser Iglesia, “Caminemos juntos en nuestra iglesia diocesana, escuchando lo que el Espíritu hoy nos pide, dialogando en el Espiritu, discerniendo en el Espíritu y trabajando siempre para la Gloria de Dios para edificar en la Iglesia en las estructuras sinodales”, concluyó.-
foto archivo en el monasterio de Lavalle,-