Por César López – Técnico Superior en Turismo
El imponente edificio de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos vuelve a resplandecer en la ciudad de Goya. La restauración total de este Monumento Histórico Nacional, nos invita a contemplarlo como la reconstrucción de nuestra memoria colectiva. Los inmigrantes italianos, dejaron su sello inconfundible en el mural imaginario de la argentinidad.
Aquí, en la Petit París, fundaron nuestra historia grande y diseminaron en el firmamento goyano, una constelación de patrimonios que son los símbolos de nuestra cultura. Ya lo decía Jorge Luis Borges “¿Y fue por este río de sueñera y de barro que las proas vinieron a fundarme la patria? Irían a los tumbos los barquitos pintados entre los camalotes de la corriente zaina.”
Luego de un largo periplo, arribaron con el deseo de cambiar el rumbo de su destino, encontrar amparo lejos de su continente y elevar los colores de su bandera en el nuevo mundo. Al llegar a nuestra localidad, se reunieron en comunidad y con la fuerza de su querencia edificaron una estructura monumental, situada en la calle Ejército Argentino al 432.
En este lugar se erige la Sociedad Italiana, una majestuosa joya arquitectónica de la Provincia de Corrientes que mezcla en su estructura de dos plantas, el estilo italianizante de sus aberturas, con pilastras provenientes del arte griego. La reparación alcanzó a todas sus instalaciones, incluyendo sanitarios y cambios de sistemas eléctricos; capas nuevas de pintura cubrieron su opulenta fachada y las paredes del patio central.
Alla por el año 1881, la figura de Tomas Massanti fue fundamental en la formación de esta entidad mutualista y solidaria para sus compatriotas procedentes de Italia. Massanti lideró la construcción de la sede, mediante la acción del afamado arquitecto de la época, Giovanni Batista Arnaldi, quien luego de varios años, hizo realidad aquella utopía. La renovación de este espacio histórico, es la manera más adecuada de honrar y proteger la riqueza frágil, inherente a todos los patrimonios culturales y naturales.
Debemos detenernos y admirar la belleza estética puesta en estos paisajes urbanos de Goya que claman un mayor aprovechamiento turístico. A través del lenguaje de su arquitectura, nos relatan el mito de una Argentina en plena pulsión como potencia internacional.
En fin, la oración escrita en la pirámide central de Giuseppe Garibaldi, ubicada en Plaza Italia, sintetiza un amor filial que seguirá atravesando todos los tiempos, diciendo: “AQUÍ EN EL PEDAZO DE TIERRA DEDICADO A ITALIA ESTA MODESTA PIRÁMIDE SIMBOLIZA EL AFECTO ENTRE ARGENTINOS E ITALIANOS, CUYA INTENSIDAD NO PUEDE EXTERIORIZAR NI LA MAJESTAD DEL MÁRMOL”