Más de 25 gasebos mostraron y vendieron cientos de porciones de locro, mbypy guisos variados, pastelitos dulces, carne asada, pasta frola; torta frita, torta asada. La gente hizo largas colas y con paciencia esperó para llevarse su comida. Otros eligieron quedarse a comer en el mismo lugar. Pusieron unas mesas frente al escenario. Soplaba un constante viento desde el Norte, y eso hizo que estar al sol, al mediodía fuera llevadero.
Los puestos donde cocinaban con leña y en grandes ollas, se montaron en forma de semi circulo los gasebos de los consejos vecinales. Con una simple mesita de madera, que servía de mostrador, los vecinos se vistieron con ropas gauchas, o vestidos largos en el caso de las mujeres. Y a pocos metros se ocupaban de atizar el fuego o las brasas. Los vecinos trataban de que todo estuviera en orden: el conjunto: cocina, mostrador, aspecto de los cocineros y vendedores, orden del puesto de venta. Todo estos detalles fueron evaluados por un jurado. Asi se pudo ver al contador Daniel Avalos, recorriendo los puestos, y asi lo hicieron otros conocedores del tema que se encargaron de probar las comidas y darles un puntaje
Durante todo el mediodía y ya entrando la siesta, la gente entraba y salía en forma constante del predio Costa Surubí. El ambiente era de fiesta. Ondeaban banderas argentinas en el circuito del corsódromo. Y una cantidad impresionante de vehículos circulaba y entraba para estacionarse en los laterales del predio Costa Surubi. El público eligió la feria por los bajos precios a los que se vendían los platos típicos. Por ejemplo la porción de locro se vendía a 600 pesos. O una torta asada a 100 pesos, mucho menor a otros lugares.
Mientras que en el escenario mayor “Juan Melero”, estuvo el locutor el señor “Toto” Paniagua que con su habitual maestria presentó a varios conjuntos musicales y ballets que matizaron la mañana – tarde.
Esta feria fue organizada por la Municipalidad que le dio los ingredientes para que los consejos vecinales hicieran las comidas típicas y ganaran algo de dinero.
El lugar se mostró muy animado, festivo. Pero sin dudas la estrella de las comidas de este jueves 25 de mayo fue el locro. Y el locro se preparó y vendió en todas partes de la ciudad. Para poner un simple ejemplo en pleno barrio Arco Iris, y Sarmiento, se notó que al menos 10 casas estaban con grandes tachos de locro y vendiendo al público. Es decir, la demanda de la comida patria fue abundante y hubo público dispuesto a comprar.