Con una superficie equivalente a cinco veces la superficie de Nueva York, creen que se dirige hacia el Atlántico Sur. Estuvo décadas encallado en el fondo marino.
Tras décadas encallado en el fondo marino, el iceberg más grande del mundo, llamado A23a, se desprendió del vóritce océanico (British Antartic Survey - BAS), que lo mantenía atrapado cerca de las Islas Orcadas del Sur, en un archipiélago de la Antártida. Ahora navega a la deriva por el océano.
Con un peso estimado de casi un billón de toneladas y una superficie de 3.600 kilómetros cuadrados, equivalente a cinco veces la superficie de Nueva York, se encuentra ahora en el Océano Austral.
El instituto polar británico informó en un comunicado que “el viaje del iceberg estuvo marcado por acontecimientos científicos intrigantes. Durante meses, el iceberg estuvo atrapado en una columna de Taylor, un fenómeno oceanográfico en el que el agua que gira sobre un monte submarino atrapa los objetos en su lugar. Esta dinámica hizo que el A23a girara en un punto, retrasando su rápida deriva hacia el norte”.
Según los científicos, el iceberg viajará con destino a las aguas más cálidas del Atlántico Sur, donde se romperá en fragmentos más pequeños hasta desaparecer. Consideraron que el cambio climático pudo haber influido en el movimiento del iceberg. Las temperaturas más cálidas fueron desgastando sus bordes.
Su masa está disminuyendo a medida que avanza hacia zonas más cálidas. El A23a podría ser arrastrado por la Corriente Circumpolar Antártica hacia el Atlántico Sur, a través del conocido “callejón de los icebergs”.
A23a proviene del iceberg A23, que se desprendió en 1986 de la plataforma de hielo Filchner en la Antártida. El A23 se dividió en tres partes, y el bloque A23a es el más grande. Durante más de tres décadas, permaneció encerrado en el el Mar de Weddell. En 2020, inició su lento movimiento hacia el norte. Luego en 2023 se liberó del vórtice oceánico Columna de Taylor.
El oceanógrafo del British Antarctic Survey, Andrew Meijers, explicó: “Estamos interesados en ver si tomará la misma ruta que otros grandes icebergs que se han desprendido de la Antártida. Y lo que es más importante, qué impacto tendrá esto en el ecosistema local”.
Hace un año, un equipo de investigadores del British Antártida Survey, a bordo del moderno buque de investigación RRS Sir David Attenborough, estudió el iceberg A23a, durante una expedición científica en el Mar de Weddell,. Ellos capturaron las primeras imágenes del iceberg en movimiento.