Luego de pedir que se investigue si su hija fue víctima de un abuso sexual el pastor aseguró que sólo quiere que los agresores "reciban a Cristo en su corazón".
Omar Gallardo, el padre de la adolescente que fue asesinada junto a su novio en Florencio Varela, afirmó este miércoles que "un demonio" impulsó las acciones de quien o quienes atacaron a la joven pareja, y extendió una rama de olivo: "están perdonados por mí y por el Señor".
"Mi interés es invitarlos a que se arrepientan y reciban a Cristo en su corazón", expresó Gallardo en declaraciones televisivas un día despues de despedir a su hija, Paloma, en la iglesia evangélica de Bosques en la cual es pastor.
"Esto que pasó con mi hija y con Josué es un mal, como tantos males que estamos viviendo siendo víctimas mucha gente en el país. Y mirando las cosas, tenemos que encontrar una salida", convino el pastor en referencia también al novio de su hija, de 14 años.
Tras ser el responsable de reconocer el cuerpo de su hija de 16 años y de denunciar la posibilidad de que haya sido víctima de un abuso sexual, Gallardo se abocó a su doctrina evangélica para explicar el cruel fijal de la pareja.
"El delincuente, cuando trama un robo o un homicidio, lo planifica, lo trabaja, piensa, analiza cómo lo va a hacer y después toma la decisión de empezar con los primeros pasos. En el primer momento que accionó, tomó la decisión y produce el hecho, es impulsado, no solamente por la voluntad misma, que claro, no provino de una persona normal, sino que algo la impulsó a hacer eso, algo lo motivó", analizó el hombre.
"Hay dos demonios: Súcubo e Íncubo. Vean lo que hacen esos demonios con la gente. Tanto los hombres como las mujeres y ahí se van a dar cuenta de lo que pasó con Paloma y con Josué", sentenció.
Para el pastor evangélico, las personas que abusaron de su hija mataron a Josué porque intentó defenderla. Luego terminaron con la vida de la adolescente.
Gallardo habló en plural para referirse a la o las personas que mataron a su hija y dijo que "están perdonados por mí y por el Señor", pero agregó: "Tengo que hablar con ellos cuando estén en la cárcel, y que no se asusten porque yo no les voy a hacer nada, porque mi interés es invitarlos a que se arrepientan y reciban a Cristo en su corazón".