El Frente de Todos era derrotado en las elecciones legislativas argentinas, pero recortaba la distancia en su principal bastión electoral. De 8 provincias que renovaban senadores, la oposición ganó en seis. Por primera vez, el peronismo quedaría sin mayoría propia en la Cámara alta
El Gobierno perdió las elecciones legislativas de medio término en Buenos Aires y otras 15 provincias y era derrotado en seis de los ocho distritos en los que competía para renovar tres bancas del Senado en cada una. Aunque recortó la diferencia que se había registrado entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos en territorio bonaerense en las primarias de septiembre pasado, no le alcanzó para evitar otra derrota en el principal bastión electoral de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Según los datos oficiales, la Cámara alta quedaría con 35 legisladores, a dos del quórum propio. Los candidatos del gobierno de Cristina Kirchner y Alberto Fernández sólo habían ganado en Catamarca y Tucumán, mientras que las boletas de Juntos por el Cambio ganaron en Chubut, Corrientes, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y La Pampa.
Con ese resultado, la vicepresidenta Cristina Kirchner estará al frente del Senado en una situación inédita desde el regreso de la democracia, en 1983: el peronismo no tendrá mayoría propia y estará obligado a establecer puentes de negociación con partidos provinciales, como los de Río Negro o Neuquén.
En el caso de la provincia de Buenos Aires -que elegía sólo representantes para la Cámara baja-, los 4 puntos de distancia que había obtenido la lista encabezada por Diego Santilli-Facundo Manes a la de Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollan, se reducía, hacia el filo de la medianoche, a menos del 2 por ciento.
En la provincia de Buenos Aires, de las PASO a las generales, el peronismo pasó en las secciones Primera y en la Tercera -que concentra la mayor cantidad de votos- del 33 al 38 por ciento, y del 39,5 al 44 por ciento. Se trata de un aumento del orden del 5%, que los analistas adjudican a la movilización de las estructuras y del aparato de los intendentes.
En la competencia por las bancas de diputados, Juntos por el Cambio se imponía en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Entre Ríos, Chubut, Corrientes, Jujuy, La Pampa, Misiones y Santa Cruz. Ganaban partidos provinciales en Río Negro (Juntos Somos Río Negro), Neuquén (Movimiento Popular Neuquino). San Luis, con una coalición opositora a los Rodríguez Saá y al Gobierno, se imponía Unidos Por San Luis, de Claudio Poggi.
En el caso de Frente de Todos, se imponía en Catamarca, Chaco, Formosa, La Rioja, Salta, San Juan, Tucumán, y Tierra del Fuego. Alineados con el Gobierno, también se imponía en Santiago del Estero. De hecho, junto a las legislativas, los santiagueños eligieron a Gerardo Zamora, quien será gobernador por cuarta vez. Con el 74,68% de las mesas escrutadas, obtenía más del 58% de los votos. Juntos por el Cambio, que llevaba como candidata a Natalia Meme, terminó segunda, muy lejos, con 14,17 por ciento.