En los datos difundidos hasta las 18 La Rioja lideró el ranking con 43 grados, seguida por Santiago del Estero, con 42,2, la ciudad santafesina de Sauce Viejo, con 41,3 y las Lomitas, en Formosa con 41, al igual que Chamical en La Rioja.
Doce provincias argentinas soportaban temperaturas de 40 grados o superiores, en una nueva jornada agobiante que puso al norte de la Patagonia y la región central del país bajo alertas de distintos niveles por el impacto de la ola de calor sobre las personas, precisó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Los datos difundidos por las sedes meteorológicas del país a las 18 mostraban a La Rioja liderando el ranking con 43 grados, seguida por Santiago del Estero, con 42,2, la ciudad santafesina de Sauce Viejo, con 41,3 y las Lomitas, en Formosa con 41, al igual que Chamical en La Rioja.
Santa Rosa del Conlara, en San Luis y Villa de María registraban 40,8, la ciudad bonaerense de Tres Arroyos, 40,7, y Villa Dolores en Córdoba con 40,6 al igual que Paraná, Entre Ríos.
Reconquista, en Santa Fe, San Rafael, Mendoza, Santa Rosa, La Pampa y Villa Reynolds, en la provincia de San Luis registraban 40,4.
También superaban los 40 grados, Concordia, Entre Ríos (40,3), y San Fernando del Valle de Catamarca (40,2).
A las 18 registraban 40 grados Córdoba Observatorio, Monte Caseros en Corrientes, y las ciudades bonaerenses de 9 de Julio y Junín, mientras que la Ciudad de Buenos Aires marcaba 35.
En este marco, y ya con casi una semana de temperaturas muy elevadas, el SMN emitió una advertencia de nivel rojo para las provincias de Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, La Pampa, San Luis; este de Neuquén, noroeste de Río Negro, oeste de Córdoba, sudeste de Jujuy y gran parte de Entre Ríos.
Esta categoría agrupa a las ciudades con marcas térmicas consideradas "muy peligrosas" para la población, ya que puede tener un "efecto alto o extremo en la salud" de las personas, "incluso en las saludables".
La Ciudad de Buenos Aires, Salta y varias localidades de Córdoba, del sur de Mendoza, del noroeste de Buenos Aires y del oeste de Neuquén están bajo alerta naranja por las altas temperaturas, lo que significa que "pueden ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo" y tener un "efecto moderado a alto en la salud".
También rige un alerta de nivel amarillo para decenas de localidades de las provincias de Santiago del Estero, Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Misiones y Buenos Aires, lo que establece que las marcas térmicas "pueden ser peligrosas, sobre todo para los grupos de riesgo como bebés y niños pequeños, mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas".
Esta sucesión de días con temperaturas tan elevadas es un fenómeno meteorológico “extraordinario”, precisó el SMN, y provocó que muchas ciudades de la región central y del norte patagónico hayan entrado en una “ola de calor”, término para el que se deben superar los umbrales establecidos para cada distrito y mantenerse por arriba de los mismos durante al menos tres días consecutivos.
Según este criterio, la ciudad de Buenos Aires, aún no “ha entrado en ola de calor", aunque es probable que lo haga si el calor persiste en los próximos días, precisó en diálogo con Télam Cindy Fernández, meteoróloga del organismo.
La especialista advirtió que recién “a partir del sábado” se logrará advertir “un descenso significativo” en las marcas térmicas. Esto sucederá con el avance de un frente frío desde el sur patagónico que irá trasladándose a lo largo del día para llegar hacia la noche o madrugada del domingo hasta el centro del país.
“Ese frente va a tardar un poco más en llegar al norte argentino, por lo que el inicio de la semana que viene en el norte del país seguirá registrando temperaturas elevadas”, advirtió la especialista.
Las temperaturas máximas previstas a partir del domingo serán "más bajas, inferiores a los 30 y las mínimas a los 20 en la región central y el norte patagónico", precisó la meteoróloga, quien añadió que se prevén "algunas precipitaciones para el domingo en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Pampa".
"Esta vez, las precipitaciones sí estarán asociadas a un cambio de masa de aire, es decir que vamos a experimentar un alivio en cuanto al descenso de las temperaturas y la semana que viene comenzará una serie de jornadas más frescas, con marcas térmicas que incluso pueden estar por debajo del promedio para esta época del año", apuntó.