El embajador en Brasil esperará el retorno de Alberto Fernández de la Cumbre de las Américas para instalarse en el país; planea mantener a los principales funcionarios de su antecesor.
El llamado para coordinar el desembarco fue el domingo por la noche. Fue la segunda comunicación en menos de 24 horas y tuvo un tono amable y familiar. “Te convoqué por tu experiencia, para que te metas con el perfil que vos sabés”, le dijo el presidente Alberto Fernández a Daniel Scioli, embajador en Brasil y elegido para ser el nuevo ministro de Desarrollo y Producción ante la salida de Matías Kulfas, echado por cuestionar a funcionarios de La Cámpora en el manejo de tratativas vinculadas al gasoducto Néstor Kirchner.
Scioli, que en la madrugada del martes volverá a Brasilia, se mostró de acuerdo y se comprometió a acelerar los tiempos para asumir el cargo, aunque -reiteraron cerca del todavía embajador- su aceptación formal llegará la semana que viene, cuando termine trámites pendientes para oficializar la mudanza, y al regreso del Presidente de su participación en la Cumbre de las Américas.
Fuentes oficiales coinciden en que la llegada de Scioli al gabinete beneficiará no solo al exgobernador bonaerense, que a pesar de su rol activo desde la sede diplomática nunca abandonó su sueño de volver a competir por la Presidencia en 2023, sino también al Presidente, que ubica allí a un dirigente de su confianza y disipa los rumores de una nueva intervención del cristinismo en el elenco ministerial, como ocurriera luego de otras salidas abruptas, como Marcela Losardo (Justicia), Ginés González García (Salud), María Eugenia Bielsa (Hábitat) o Nicolás Trotta (Educación) todos cercanos al Presidente.
Con la intención de tomar las riendas de su cargo, Scioli hablará “con todos los exministros de Producción”, incluido el renunciado Kulfas, con quien conversó el sábado por la tarde. “Él siempre habla con los que están en la mala y lo llamó cuando supo que se iba”, lo elogió un funcionario.
Scioli ya decidió además la continuidad de los principales funcionarios de Kulfas, como el secretario de Industria, Ariel Schale, y su par de Pymes, Guillermo Merediz. Habrá, eso sí, algunos cambios en las segundas líneas que coincidan con el “perfil productivista” que Scioli pretende darle a la gestión en el ministerio. Deberá resolver algunas cuestiones laborales -encuentros previstos con empresarios y gobernadores- y personales, ya que su familia actual vive en la capital brasileña.
Durante el fin de semana, Kulfas tenía pensado entregarle la renuncia en mano al Presidente en la quinta de Olivos o en Casa Rosada, para lo cual aguardaba un guiño oficial. Mientras tanto, los voceros del Presidente se mantenían en silencio, en una Casa Rosada con más movimiento que lo habitual en la mañana del lunes. Finalmente, a las 15.47, Kulfas llegó a la Casa Rosada, con rostro y andar más que relajado. Se permitió, incluso, tirar un beso simbólico a los periodistas antes de subir las escaleras que lo llevaron al despachoi presidencial, en el primer piso de Balcarce 50. A la salida, se excusó de dar declaraciones y solo dijo que había llegado “a presentar la renuncia y darle un abrazo al Presidente”. Luego saludó a la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, antes de retirarse. “Se va del Gobierno, pero queda cerca del Presidente”, afirmaron desde las oficinas de la portavoz Gabriela Cerruti.
Massa y más rumores
El Presidente había llegado a la Casa Rosada pasadas las 12.30 y acompañado por Sergio Massa, quien lo trajo en su camioneta por la niebla y con quien estuvo en la quinta de Olivos. Se despidieron con un abrazo y el titular de la Cámara baja siguió su camino hasta el Congreso, mientras otros funcionarios, como el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y la portavoz Gabriela Cerruti, estaban en sus despachos, y el jefe de gabinete, Juan Manzur, quedaba demorado por las mismas “cuestiones meteorológicas”, y sólo llegaría pasadas las cuatro de la tarde para saludar a Kulfas en su despedida.
Los rumores recorrían los pasillos de la casa, a la espera de novedades. “La cabeza de Kulfas fue la condición para un pacto de no agresión a (Martín) Guzmán, van a empezar a aplaudirlo los camporistas en breve”, susurraban desde un despacho importante, mientras se confirmaba para las 16 la presencia del ya ex ministro de Producción en Balcarce 50, para presentarle la renuncia por escrito al Presidente, como ambos habían acordado durante el fin de semana.
“No es una muestra de debilidad del Presidente. Lo hubiera sido si el reemplazante no fuera alguien que está indubitablemente cerca del Presidente como Daniel Scioli”, afirmó hoy Agustín Rossi, flamante titular de la AFI y cercano a Fernández, en Radio Con Vos.