El mandatario aseguró que el Gobierno actuó con velocidad ante las maniobras que buscaban reflejar algún "movimiento oscuro" que no exixtió en torno a la presencia del avión venezolano retenido en Ezeiza.
El presidente Alberto Fernández aseguró que "no hubo ninguna irregularidad" por parte del Gobierno nacional con el tema del avión con matricula venezolana retenido en el aeropuerto de Ezeiza, y consideró que la oposición quiso "mostrar algo que no es".
"Quisieron mostrar algo que no es, alguna cosa o movimiento oscuro del Gobierno, pero actuamos rápidamente. La oposición trató de aprovecharlo. Hay un problema con respecto a las cargas de nafta del avión, porque por las sanciones impuestas por Estados Unidos pueden afectar a quien le de la nafta a ese avión. Ese es un tema que hay que resolver", dijo el Presidente esta sábado en declaraciones para Radio 10.
Según precisó, "no pesa ningún tipo de restricción" sobre los pasajeros iraníes a bordo del avión, así como tampoco sobre sus pasajeros venezolanos.
"La oposición trató de aprovechar el tema, relacionándolo con hechos tan dolorosos como el atentado a la AMIA, y alguno hasta se animó a hacer una denuncia de terrorismo. Estas son cosas que lamentablemente tenemos que vivir en la Argentina", concluyó el Presidente.
La justicia federal realizó esta semana una inspección en el avión retenido en Ezeiza, dispuso una revisión técnica completa y retiró las dos caja negras de la aeronave, confirmaron a Télam fuentes con acceso al expediente; a la vez que explicaron que los investigadores aguardan información de agencias extranjeras para determinar si existen elementos que vinculen a los tripulantes con el terrorismo o la inteligencia internacional.
La medida ordenada por el juez Federico Villena fue realizada por el Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal que, a requerimiento de la fiscal Cecilia Incardona, se secuestró las dos cajas negras del avión (una graba voces de cabina y la otra información de aeronavegación).
Aunque el expediente judicial permanece bajo secreto de sumario, Télam pudo saber de fuentes seguras que el juez Villena y la fiscal Incardona solicitaron información a agencias extranjeras para conocer con certeza qué tipo de sanción pesa sobre el avión Boeing 747 de la empresa de transporte de carga Emtrasur, con matrícula venezolana YV3531, y si existen investigaciones sobre sus tripulantes; interesa en particular la información que pueda haber del piloto iraní Gholamreza Ghasemi.
El arribo
El avión llegó a la Argentina con el motivo formal –la justicia investiga si hay algún otro motivo inconfesable- de traer autopartes, información que fue constatada por las agencias encargadas de ejercer los controles respectivos.
La tripulación del vuelo de Emtrasur tenía previsto continuar su viaje el martes de la semana pasada, pero eso no fue posible porque las empresas con capacidad para venderle combustible se negaron a hacerlo producto de las sanciones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sobre la aeronave.
Al día siguiente, el miércoles 8, se produjo el intento cargar combustible en Uruguay, país que primero autorizó la ruta aérea para el avión de Emtrasur pero luego le negó el acceso a su espacio aéreo, lo que obligó a la aeronave a retornar a Ezeiza.
En ese contexto fue que en la noche del viernes, los tripulantes venezolanos del avión que se encuentra secuestrado por la justicia en el aeropuerto internacional de Ezeiza dejaron trascender su malestar por no poder irse del país e incluso deslizaron que denunciarán que el avión fue allanado la semana pasada sin orden judicial.
A través de voceros oficiosos, difundieron un comunicado en el que explicaron que además de realizar entregas de autopartes aprovecharon el vuelo para continuar con la capacitación vinculada al uso de la aeronave, lo que explicaría la presencia de una tripulación numerosa y compuesta también por ciudadanos iraníes.
Desde el entorno de la tripulación, señalaron que los ciudadanos iraníes que participaron del vuelo lo hicieron en calidad de instructores porque son quienes trabajaron en ese avión desde1986 hasta que fue vendido, este año, por la firma iraní Mahan Air a la venezolana Emtrasur.