La vicepresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner fue condenada este martes por un juez federal por delitos a la administración pública por los que insiste en su inocencia. Tras conocer su condena, Fernández de Kirchner dijo no se lanzará a ningún cargo público en el futuro próximo y tachó al poder judicial como una "mafia".
A Fernández de Kirchner la declararon culpable de administración fraudulenta y perjuicio a la administración pública durante un período que abarca sus dos presidencias (2007-2011 y 2011-2015), mediante la extracción de fondos del Estado para su beneficio personal o el de un tercero. El tribunal la sentenció a 6 años de prisión.
Aunque Fernández de Kirchner no irá a prisión por el momento hasta que la sentencia esté firme, además porque la vicepresidenta cuenta con fuero, la decisión de la Justicia generará más incertidumbre en un país que atraviesa una crisis económica y un fuerte antagonismo político.
El camino en la causa 'Vialidad' que investiga el fraude a la administración pública no está cerrado y se espera un largo camino judicial entre defensas, apelaciones y posibles disputas políticas en un país que irá a elecciones a finales de 2023.
Esto es lo que sigue en este caso.
Un largo camino judicial
Si bien la justicia condenó a Cristina Fernández de Kirchner culpable de delitos contra la administración pública, lo cierto es que ni a ella ni a los otros acusados de la causa los condenaron por otro delito más grave: el de asociación ilícita, del que también estaban acusados. La Fiscalía acusó a la vicepresidenta de haber encabezado una asociación ilícita para direccionar, junto a otros funcionarios, contratos millonarios de obras viales que, según la querella, quedaron incompletas, tenían sobreprecio e incluso eran innecesarias.
Pero si bien este martes hubo un fallo, Fernández de Kirchner no irá a prisión, pues está protegida por fuero.
Ahora bien, el primer paso es esperar hasta el 9 de marzo de 2023, que es cuando el tribunal va a dar los fundamentos de la sentencia, tanto los fundamentos para haber decidido la condena por la defraudación fraudulenta, como para absorberla de la asociación ilícita.
Una vez estén dados los fundamentos por parte del juez, es entonces cuando las partes van a apelar ante la Cámara Federal de Casación, el máximo tribunal penal del país, antes de ir a la Corte Suprema de Justicia, por lo que se espera un periodo largo de procesos judiciales.
Finalmente, la sentencia contra la vicepresidenta no puede ejecutarse hasta que no esté en firme. Y para ello aún se espera que pase un largo proceso judicial, además de esperarse que se mantenga la absolución y la inocencia en los casos respectivos contra los sindicados.
Al conocer la condena, la vicepresidenta se pronunció contra la misma, y dijo que se trata de una persecución política por parte de una "mafia" judicial. Según dijo previamente, esta acusación de corrupción —la única contra la vicepresidenta que ha llegado a la instancia de juicio oral— no tiene fundamentos y se trata de una persecución en su contra suya y del proyecto político que ella representa.
Sobre su futuro político, la vicepresidenta dijo que en el futuro próximo no se lanzaría como candidata presidencial el próximo año.
"No voy a someter a la fuerza política que me dio el honor de ser dos veces presidenta y una vicepresidenta a que la maltraten en período electoral con una 'candidata condenada', con 'inhabilitación perpetua', con 'administración fraudulenta por el estado' (...) Bueno, no voy a ser candidata", dijo la vicepresidenta. Luego insistió en que "no va a ser candidata a nada" y que su nombre "no va a estar en ninguna boleta".
Por la naturaleza del caso, se espera que la resolución tarde más. En caso de que se ejecute la condena contra la hoy vicepresidenta, Fernández de Kirchner, en última instancia, podría ir a prisión domiciliaria -- ella cumplirá 70 años en febrero de 2023 -- por lo que la prisión preventiva en una cárcel federal está descartada.