En la campaña para las elecciones presidenciales el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, viene mostrando una capacidad para marcar la agenda con propuestas e ideas que van desde la "dolarización" a la revisión sobre la violencia política de la década de 1970 y que, a raíz de su carácter controversial, arrastran a Unión por la Patria y a Juntos por el Cambio a discusiones que dificultan o condicionan sus intentos por reorganizarse para el 22 de octubre.
El acto que organizó la compañera de fórmula de Milei, Victoria Villarruel, en la Legislatura porteña para "homenajear a las víctimas del terrorismo" de agrupaciones guerrilleras en la década del ‘70 forma parte de esa dinámica. Tanto la izquierda como el kirchnerismo no tardaron en reaccionar con una movilización para repudiar lo que consideran un intento por reivindicar el terrorismo de Estado y los delitos de lesa humanidad de la última dictadura militar.
Si bien el acto se empezó a organizar antes de las elecciones PASO, Villarruel -que sería la encargada de Seguridad y de Defensa en un eventual gobierno de Milei- aprovechó la visibilidad del triunfo que obtuvo La Libertad Avanza para confrontar con la política de "Memoria, Verdad y Justicia" que promovió el kirchnerismo frente a los represores de la dictadura y que se mantuvo durante los últimos 20 años.
La movida de la candidata llevó al presidente Alberto Fernández, parte del kirchnerismo, la izquierda y la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, a opinar sobre el tema y quedar inmersos otra vez en la agenda que agita el espacio de Milei. Si bien la táctica de instalar polémicas impensadas por los otros candidatos es previa a las PASO, la condición de ganador que tiene hoy el libertario le estaría dando directamente la batuta de la campaña.
Con sus planteos, el libertario condiciona el discurso de los dos espacios políticos más grandes al arrastrarlos a la polémica con él. La más perjudicada por esa dinámica es lógicamente Bullrich, que se ve obligada a compartir el rol de oposición con el libertario y a la vez a tratar de esquivar las discusiones sobre todo aquello que plantea.
Milei marca la agenda: los temas con los que condiciona a oficialismo y oposición
La "dolarización" fue el caballito de batalla de la campaña de Milei y el primer tema que el libertario metió en la agenda electoral. Al machacar sobre la idea de un cambio de moneda para la Argentina, el libertario llevó primero a Cristina Kirchner a tomar postura. La vicepresidenta lo comparó con Domingo Cavallo y recordó la experiencia del "Plan Bonex".

Esa idea fue retomada luego de las PASO que dieron ganador a Milei por el candidato del oficialismo, Sergio Massa, quien agitó ese fantasma al señalar que la "dolarización" empezaría con la retención de los pesos de los ahorristas como ocurrió con la implementación de la convertibilidad.
A su vez, esa propuesta que Milei sostuvo durante la campaña para las primarias obligó a Bullrich a apurar, tras la derrota en esa primera instancia, la presentación de Carlos Melconian como potencial ministro de Economía y vocero de Juntos por el Cambio encargado de desmontar los temas que instala el libertario. A la dolarización le opuso la idea de una economía "bimonetaria".
Si bien Milei ahora niega haber hablado de dolarizar la economía para girar su discurso hacia la "libre elección de monedas", logró generar la reacción de sus competidores y así instalar el debate en la agenda pública. Lo mismo hizo con otros temas como la libre portación de armas o su idea de "cerrar" el Conicet, el organismo estatal dedicado al desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Días atrás, también afirmó que "una empresa puede contaminar un río todo lo que quiera" y que el valor del agua es "cero", por lo que propuso una suerte de privatización de los cauces de agua. Le respondió el histórico líder del sindicato de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, que defendió el valor del agua como "un derecho fundamental".
Ninguno de todos esos temas estaban en la agenda de Unión por la Patria ni de Juntos por el Cambio, pero los candidatos o los referentes de esos espacios políticos se vieron forzados a opinar al respecto y, por lo tanto, a entrar en el terreno de Milei como ocurrió ahora con el acto por las "víctimas del terrorismo".