Patricia Bullrich quedó tercera, lejos. El ministro oficialista pidió el apoyo del radicalismo para la segunda vuelta y el libertario llamó a la oposición al kirchnerismo. El rol de los nuevos gobernadores de la coalición opositora podría ser clave.
Este mismo domingo, antes incluso de que los resultados oficiales finalmente confirmaran que Patricia Bullrich quedaba tercera en la carrera presidencial, lejos de Javier Milei y más lejos de Sergio Massa, Juntos por el Cambio entró en una nueva etapa que pone en riesgo su subsistencia, al menos tal como se la conoció hasta ahora.
Cometimos errores fatales durante dos años, desaprovechamos una oportunidad de construir un país normal. No sé qué va a pasar desde mañana, pero está claro que se vienen tiempos difíciles”, dijo a TN un dirigente de la UCR, cuando los primeros números ya se habían publicado y estaba claro que Bullrich quedaría fuera del balotaje.
Al menos tres dirigentes de primera línea del PRO, la UCR y la Coalición Cívica prefirieron esperar al menos hasta este lunes para intentar encontrarle sentido al resultado de este domingo.
La candidata de JxC buscó mostrar así una posición unificada que difícilmente sea tal. Pocos se aventuraban anoche a realizar una predicción de qué pasará con coalición opositora de aquí en adelante. Pero en lo inmediato, frente al balotaje, mientras en el ala dura del PRO dejaron en claro que no existía ninguna chance de facilitarle a Massa la llegada a la presidencia, en el radicalismo anticipaban, incluso hace semanas que, ante un posible escenario de derrota, no estaba en los planes ningún abrazo a los libertarios. Cierto es, la UCR está lejos de ser un espacio homogéneo.
“Quiero hablarle a esos miles y miles de radicales que a lo largo y ancho de la Argentina comparten valores democráticos con nosotros, como la educación pública, como la independencia de poderes y valores institucionales”, dijo un Massa eufórico desde la sede de Unión por la Patria, donde volvió a prometer: “Voy a convocar a un gobierno de unidad nacional”.
Con guiños al PRO, Milei buscó apelar a los “dos tercios” opositores. “La campaña hizo que muchos de los que queremos un cambio nos vieran enfrentados, por eso vengo a dar por terminado ese proceso de agresiones y ataques y estoy dispuesto a hacer tabula rasa, a barajar y dar de nuevo con el objetivo de terminar con el kirchnerismo”, lanzó el libertario.
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Pese a la derrota nacional, JxC terminó su participación electoral con varios referentes emergentes. El radicalismo, que ya mandaba en Jujuy, Mendoza y Corrientes, sumó gobernadores con Maximiliano Pullaro en Santa Fe, y Leandro Zdero, en Chaco.
El PRO gobernará en Entre Ríos con Rogelio Frigerio y en Chubut con Ignacio “Nacho” Torres, y Jorge Macri arañó el 50% de los votos en CABA, casi evita el balotaje y muy probablemente sea el próximo jefe de Gobierno. La coalición opositora también logró ganar en San Luis con Claudio Poggi y en San Juan con Marcelo Orrego.
Con autoridades partidarias muy golpeadas y en proceso de renovación (el PRO y la UCR deberían formalmente renovarlas en diciembre), sin un líder claro por la derrota en la elección presidencial de este domingo -que golpea de Bullrich y Larreta a Mauricio Macri y Gerardo Morales-, será clave ver como se mueven los gobernadores provinciales en la reconfiguración de JxC, algo de lo que también toman nota en el massimo con el llamado, estratégico, a la formación eventual de un gobierno de “unidad nacional”.
Tras una interna furiosa que explica en buena medida el resultado de la elección de domingo, que muchos en la coalición opositora consideraban ganada hace solo un año, la unidad de JxC ahora quedó ante su prueba definitiva.