Gases, palos y balas de gomas. Ese fue el menú represivo que llevó adelante las tres fuerzas federales que castigaron a los manifestantes frente al Congreso.
Pocos minutos después de la votación, en la Cámara de Diputados, que ratifico el veto de Javier Milei a la ley de jubilaciones, una porción de los miles de manifestantes que llegaron a la Plaza de los Dos Congresos avanzaron sobre las vallas del operativo de seguridad montado por la ministra Seguridad, Patricia Bullrich, en protesta del acuerdo alcanzado por el oficialismo, el PRO y parte de los radicales. Gendarmería, Policía Federal Argentina y Prefectura Naval Argentina comenzaron a reprimir sobre los jubilados y otros manifestantes.
Algunos pocos manifestantes lograron llegar a repudiar la votación hasta la puerta de entrada del Poder Legislativo sobre la calle Rivadavia, sin oposición del primer cordón de la Policía Federal. Pero pocos segundos después la represión se inició a cargo de la Gendarmería, que estaba apostada sobre la calle Riobamba, y avanzó hasta la esquina de Rivadavia y Entre Ríos en un cerrojo con Prefectura y la Policía Federal.
Varios de los heridos fueron atendidos por un grupos de rescatistas voluntarios, que vestidos de naranjas, con cascos y botiquines estaban en los alrededores de la manifestación asistiendo a quienes se descompensaban y, tras la represión, a los heridos por rechazar el ataque del Poder Ejecutivo y sus aliados en el Congreso a los jubilados.
“De ninguna manera podemos permitir que el Presidente siga transfiriendo las riquezas que genera nuestro pueblo y nuestra nación para beneficiar a los poderosos grupos económicos que hoy lo rodean”, sostuvieron y agregaron: “Hay que tener mucho odio hacia nuestro pueblo, nuestros trabajadores y nuestros jubilados para llevar adelante tanta persecución y represión gubernamental".
Fuente: PAGINA 12