Según explicó el ex embajador Julio Lascano y Vedia, profesor de Teoría y Práctica Diplomática de la Universidad de Belgrano y la Universidad del Salvador, a Chequeado, disociar en diplomacia significa lo mismo que significa en términos jurídicos en derecho internacional, es decir, que “yo me alejo de una sociedad”. En esta ocasión, “que la Argentina no toma plena parte de un acuerdo que está firmado por todas las partes en este caso, de un pacto multilateral”.
Y agregó: “Esto no tiene implicancias directas en el orden comercial, pero sí en el orden político. Es un mensaje de carácter autonómico: el país avisa a la comunidad internacional que no está de acuerdo con los principios y valores del pacto y la agenda 2030 de la ONU y sus 17 puntos de objetivos de desarrollo sostenible. En particular, la Argentina no compartirá durante este Gobierno los compromisos ligados con los objetivos de cambio climático, desarrollo sostenible y género, principalmente”.
Lourdes Puente, doctora en Relaciones Internacionales y directora de la Escuela de Política y de Gobierno de la Universidad Católica Argentina (UCA), también consultada por Chequeado, explicó: “A este tipo de pactos uno se asocia porque es parte de la comunidad global, y en algún punto mientras no sea una ley aprobada por el Congreso, es una decisión política tomar lugar en las discusiones de los temas que trae. Pero bajarte de la discusión es dejar una silla vacía”.
Luego, Puente indicó que el argumento del Gobierno para llevar adelante esta acción es “la soberanía: yo decido cómo hago las cosas y nadie me las viene a imponer. Pero nadie la está imponiendo, estamos tratando de acordar entre todos. Es como salirte de las discusiones globales”.
Para la especialista, el Gobierno está siendo consecuente con la idea de que el Pacto tiene una agenda de un determinado tipo de pensamiento: “El punto equivocado es que el pensamiento se sostiene en las mesas, no bajándose”.
Por su parte, Said Chaya, licenciado en Ciencia Política y profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral, explicó a Chequeado: “Lo que está haciendo Argentina es decir, nos disociamos: tenemos tantas objeciones que ni siquiera vale la pena plantear una reserva. Decidimos no adherir al acuerdo. Eso significa que es más que una enmienda. Una enmienda o reserva es plantear: esto vamos a cambiar o no vamos a cumplir”.
¿QUÉ ES EL PACTO DEL FUTURO?
El Pacto se centra en cinco áreas principales: desarrollo sostenible y financiación para el desarrollo; paz y seguridad internacional; ciencia, tecnología e innovación y cooperación digital; juventud y generaciones futuras; y transformación de la gobernanza global. Incluye dos apartados: Pacto Digital Global y una Declaración sobre las Generaciones Futuras
En el comunicado de prensa de la Cumbre del Futuro se explica que el 22 de septiembre de 2024, los líderes mundiales adoptaron en Nueva York el Pacto para el Futuro, que tiene como objetivo, según señaló el Secretario General, Antonio Gueterres, crear “un futuro adecuado para nuestros nietos” con un sistema actualizado.
El comunicado destaca que el Pacto, resultado de un proceso inclusivo de varios años, “sentaría las bases para un orden global sostenible, justo y pacífico”. La Cumbre del Futuro reunió a más de 4 mil participantes, mientras que los Días de Acción previos atrajeron a 7 mil personas y generaron promesas de financiamiento por US$ 1,05 mil millones para la inclusión digital, demostrando un amplio compromiso con la transformación del sistema internacional.
El documento comienza declarando: “Estamos en un momento de profunda transformación global. Nos enfrentamos a riesgos catastróficos y existenciales en aumento, muchos causados por las elecciones que hacemos. Seres humanos están sufriendo terriblemente. Si no cambiamos el rumbo, corremos el riesgo de caer en un futuro de crisis y colapso persistentes”.