La magistrada señaló que el conductor de PPT le contestó "uno siempre puede responder" cuando le habló de su polémico fallo, que había sido a pedido de su esposa, Elba Marcovecchio. Hubo fuertes cuestionamientos de ADEPA y la Academia Nacional del Periodismo.
Luego que su fallo generara una catarata de críticas, con ADEPA y la Academia Nacional de Periodismo calificándolo de "inaceptable censura previa judicial", trascendió en las últimas horas que la jueza Lucila Córdoba, del Juzgado Civil 8, suspendió el insólito bozal legal que había impuesto a los medios prohibiendo que mencionaran a Jorge Lanata, ni su estado de salud ni la disputa legal entre sus hijas, Bárbara y Lola,y la esposa del periodista, la abogada Elba Marcovecchio.
La magistrada había hecho lugar a un reclamo de la propia Marcovecchio, pero el impacto negativo de la medida fue inmediato, sobre todo por la paradójica circunstancia que implicara a una figura señera del periodismo y, en consonancia, de la libertad de expresión. Según detalló la jueza Córdoba, la decisión de retroceder sobre sus propios pasos no se debió a una conclusión legal, sino a una respuesta que le habría dado el propio Lanata sobre el asunto.
"Uno siempre puede salir a responder", le dijo el periodista a la magistrada, sobre si consideraba que podía ser ofensivo el contenido de los artículos que se pudieran publicar sobre lo que le pasa.
CUESTIONAMIENTOS DE ADEPA Y LA ACADEMIA NACIONAL DE PERIODISMO
"Es una medida que debería ser dejada sin efecto con mayor premura que la que precedió a su dictado, por ser incompatible en letra y espíritu con las normas constitucionales e internacionales que prohíben la censura previa", había señalando ADEPA sobre el bozal legal al conocerse, agregando que "el artículo 14 de la Constitución Nacional y el artículo 13 del Pacto de San José de Costa Rica son tan claros y rotundos en esta materia que no se explica la ligereza judicial que los ha violentado". Incluso se destacó que "la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que cualquier medida preventiva que impida el ejercicio de la libertad de expresión, incluyendo las decisiones judiciales, constituye censura previa".
Por su parte, la Academia Nacional de Periodismo, con las firmas Silvia Naishtat y Joaquín Morales Solá, enfatizó que el fallo de la jueza Córdoba constituía "un peligro y una gravísima amenaza a la libertad de expresión y a la transparencia informativa".
“La censura previa es incompatible con los principios democráticos”, enfatizaron desde la Academia, citando las normas internacionales y constitucionales que la prohíben de manera explícita, remarcó la entidad.