En la madrugada de este jueves un hombre, de alrededor de 50 años, fue asesinado por la espalda en la puerta de un kiosco donde había varios testigos.
El asesinato de un hombre en el barrio porteño de Recoleta generó múltiples interrogantes. A pesar del avance en la investigación, hasta el momento no se logró identificar a la víctima ni se esclareció el motivo detrás del crimen, que ocurrió en la madrugada del jueves en la intersección de las calles Paraguay y Agüero.
El hombre, de aproximadamente 50 años, fue atacado por la espalda frente a un kiosco mientras varios testigos presenciaban la escena. Tras confirmarse su fallecimiento, el cuerpo fue trasladado a la morgue judicial, donde se le realizó una autopsia y se tomaron sus huellas dactilares.
Sin embargo, no se encontraron tatuajes ni marcas distintivas que faciliten su identificación. Aunque se dispone de un video que muestra con claridad el rostro de la víctima, ninguna persona se presentó todavía para reconocerlo.
Los investigadores llevaron a cabo peritajes en la escena del crimen y están analizando las cámaras de seguridad de los alrededores para rastrear al atacante, quien robó una riñonera de la víctima antes de huir. Este objeto podría resultar clave para avanzar en la identificación tanto de la víctima como del móvil del asesinato.
Un auto Volkswagen Suran gris, utilizado por el homicida para llegar al lugar, fue abandonado en las inmediaciones y ya está siendo peritado. Las primeras indagaciones indican que el vehículo tendría una patente melliza, por lo que se están examinando su chasis y documentación en busca de pistas que ayuden a identificar al agresor.