En una noche de paz y amor, te traemos lo que no debe faltar para una noche inolvidable en familia. Los detalles en la nota.
En Argentina, la Navidad es una de las fiestas más esperadas del año por grandes y chicos, y se celebra con una mezcla de tradiciones que combinan la gastronomía, los regalos, la música y las actividades familiares. El 24 de diciembre es un día de unión, alegría y, por supuesto, de comer hasta reventar platos tradicionales. A continuación, te contamos sobre los platos más típicos, las costumbres y lo que no puede faltar en esta noche tan especial.
Comer los Platos Tradicionales
La gastronomía juega un papel más que importante en la celebración de la Navidad, con platos que se han ido incorporando a lo largo de los años. Uno de los más emblemáticos es el vitel toné, originario de Italia, que llegó al país gracias a la inmigración de los italianos durante el siglo XIX. Este delicioso plato está compuesto por carne vacuna acompañada de una salsa de atún, mostaza, aceite y anchoas, y se adereza con alcaparras.
El lechón, otra de las estrellas de la noche, se prepara con anticipación y se disfruta a temperatura ambiente, acompañado de ensaladas y tartas. Por otro lado, la ensalada rusa es un infaltable en las mesas argentinas: una mezcla de papas, zanahorias, arvejas y mayonesa que sirve como acompañamiento o entrada. No faltan los tomates rellenos, que se combinan con arroz, atún, queso y mayonesa, y por supuesto, el tradicional pan dulce, que aunque tiene sus detractores, es un clásico navideño que no puede faltar.
El toque dulce lo dan los turrones, que, inspirados en las costumbres españolas, ofrecen una deliciosa mezcla de almendras en distintas versiones: dura o blanda. Esta variedad de platos demuestra la riqueza gastronómica que caracteriza a las fiestas navideñas en Argentina. También juegan un rol importante las almendras y avellanas bañadas en chocolate.
Jugar al Amigo Invisible
Una de las tradiciones que más entusiasma a los argentinos durante la Navidad es el amigo invisible o amigo secreto. Esta dinámica de intercambio de regalos un poco más económica que tener que regalarle a todos los miembros de la familia tiene un toque misterioso, ya que los participantes deben adivinar quién les regaló a quién. Todos los regalos se colocan debajo del árbol de Navidad y, cuando el reloj marca las 12, es momento de abrirlos, desvelando las identidades secretas de los obsequiantes. Una tradición divertida que le da un toque de emoción a la celebración.
Esperar a Papá Noel
Aunque la Navidad es una fiesta globalmente reconocida, en Argentina, la llegada de Papá Noel a las casas es un momento muy especial y esperado. A medida que la medianoche se aproxima, la emoción crece sobre todo en los hogares donde hay niños y bebes, en donde todos esperan con ansias el momento en que las agujas del reloj marquen las primeras horas del 25 de diciembre. Las familias se abrazan, los brindis se multiplican, y los envoltorios vuelan mientras los niños reciben sus regalos. La fiesta continúa hasta altas horas de la madrugada, con la alegría de compartir un día tan especial con los más allegados.
Iluminar el Cielo con Fuegos Artificiales y Globos Llenos de Deseos
Una de las costumbres más impresionantes de la Navidad argentina es la de iluminar el cielo con fuegos artificiales. Este espectáculo de pólvora de colores se convierte en un símbolo de celebración que llena la noche de energía y magia. Al mismo tiempo, los globos blancos se lanzan al cielo, cargados de los deseos y metas de cada uno de los presentes. Este ritual de soltar globos al aire es un acto simbólico que se ha convertido en un clásico de las fiestas, mientras se observa cómo se alejan con la esperanza de que todo lo bueno llegue con ese deseo.
Besarse bajo un muerdago
El muérdago es considerado un símbolo de amor y suerte, ya que se cree que si una mujer recibe un beso debajo de él durante la Nochebuena, encontrará el amor verdadero, en caso de estar buscándolo. Además, se dice que las parejas que pasan bajo un muérdago deben besarse para atraer la buena suerte y asegurarse de que su relación esté protegida por la fortuna.