El presidente de los Estados Unidos quitó los aranceles a productos electrónicos y diversos componentes que importe el país. La medida beneficia a empresas como Apple, cuya producción es en gran medida en Beijing.
Los productos electrónicos importados a Estados Unidos, como teléfonos inteligentes, monitores de computadora y diversos componentes electrónicos, estarán exentos de los aranceles anunciados por el presidente norteamericano, Donald Trump.
Según informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, la exención se aplica a los productos que ingresan a Estados Unidos desde China, sujeta ahora a un arancel adicional del 145%, o se retiren de los almacenes a partir del 5 de abril.
Los semiconductores también están excluidos de un arancel "base" del 10% para la mayoría de los socios comerciales. Esto reduce el impacto en los costos de una serie de productos populares de alta tecnología para los consumidores estadounidenses como Apple, que fabrica iPhones y otros productos en China.
Aproximadamente el 90% de la producción y ensamblaje del iPhone de Apple se realiza en China, según estimaciones de Wedbush Securities citadas por CNN.
Counterpoint Research, una empresa que supervisa los envíos mundiales de teléfonos inteligentes, calcula que Apple tiene hasta seis semanas de existencias en Estados Unidos. Una vez que se agote la oferta, se espera que suban los precios.
Entró en vigencia el arancel chino del 125% a todos los bienes de Estados Unidos
Este sábado entró en vigencia el aumento de entre el 84% a 125% a todos los productos importados desde Estados Unidos, una medida que fue anunciada el viernes por el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado.
El accionar del gobierno chino llegó en respuesta al aumento del 34% al 84% los aranceles norteamericanos, producto del aumento previo del 50% impuesto por la administración de Trump a bienes que provengan del país chino del 145%.
El Ministerio de Comercio chino acusó a Estados Unidos de aplicar una política de "unilateralismo coercitivo" y calificó al aumento de los aranceles como un "juego de números sin sentido económico".
Mientras que el portavoz del Ministerio de Exteriores, Lin Jian, indicó en conferencia de prensa que "China no desea una guerra comercial, pero no le teme".