Desde joven, el argentino Jorge Bergoglio enfrentó duros desafíos médicos que moldearon su carácter hasta su muerte a los 88 años.
El mundo católico despide con profunda tristeza al Papa Francisco, quien falleció este lunes en la Casa Santa Marta del Vaticano, a los 88 años. A lo largo de su vida, Jorge Mario Bergoglio combatió diversas enfermedades que, lejos de frenarlo, parecieron fortalecer su determinación de servicio.
Desde su juventud, Francisco enfrentó serios problemas de salud. A los 21 años, una severa infección respiratoria lo obligó a someterse a una cirugía en la que le extirparon parte de un pulmón, una marca que llevaría consigo para siempre. Sin embargo, esta experiencia temprana no lo detuvo en su camino vocacional.
A lo largo de las décadas, sumó batallas contra afecciones cardíacas, problemas en la vesícula biliar y un dolor crónico por un pinzamiento del nervio ciático. Siempre buscó tratamientos alternativos, como la acupuntura, para aliviar sus dolencias.