Fue la primera ronda de diálogos en medio de los bombardeos perpetrados por el Kremlin contra civiles y objetivos militares. Los delegados regresaron a sus países para consultas.
Las delegaciones rusa y ucraniana acordaron este lunes una “segunda ronda” de negociaciones, anunciaron ambas partes, tras terminar una primera reunión y regresar a sus respectivas capitales para examinar la situación.
“Las partes establecieron una serie de prioridades y cuestiones que requieren algunas decisiones”, dijo Mikhailo Podolyak, uno de los negociadores ucranianos, mientras que su homólogo ruso, Vladimir Medinski, indicó que la nueva reunión tendrá lugar “pronto” en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.
“Las delegaciones están regresando a sus capitales para consultas y han discutido la posibilidad de reunirse pronto para una segunda ronda de negociaciones”, dijo Podolyak.
“Las partes han esbozado unos temas prioritarios sobre los que se vislumbran ciertos avances”, agregó.
“Acordamos continuar con las negociaciones”, dijo el jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinski.
La delegación rusa también fue integrada por el miembro de la Duma estatal Leonid Slutsky y el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andrei Rudenko, mientras en la delegación ucraniana contó con el miembro del parlamento ucraniano Davyd Arakhamia y el viceprimer ministro de Ucrania, Mykola Tochytskyi.
“Pueden sentirse completamente seguros”, declaró en su recibimiento el jefe de la diplomacia bielorrusa, Vladimir Makei.
Para Ucrania, “el tema clave es un alto el fuego inmediato y la retirada de las tropas (rusas) del territorio ucraniano”, señaló el lunes la presidencia ucraniana.
Estas conversaciones se desarrollaron en una de las residencias del presidente bielorrusa Alexander Lukashenko, en la región de Gómel, cerca de la frontera ucraniana.
Mientras tanto, el líder ucraniano Volodymyr Zelensky firmó una solicitud para que su país se una a la Unión Europea, en un intento por solidificar el vínculo de su país con Occidente. Su oficina informó que el papeleo está en camino a Bruselas, donde tiene su sede la UE de 27 naciones.
Mientras las delegaciones rusa y ucraniana se reunieron el lunes para conversar en medio de grandes esperanzas pero bajas expectativas de cualquier avance diplomático, las fuerzas ucranianas, superadas en número pero empeñadas en defender al país, han entorpecido el avance de los invasores rusos y, al menos por ahora, mantienen el control de Kiev y otras ciudades.
El fin de semana, ante la firme resistencia y las fuertes sanciones aplicadas por Occidente, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó colocar en alerta las fuerzas nucleares del país, amenazando con llevar la guerra a un nivel espeluznante.
Al mismo tiempo el Kremlin nuevamente despertó temores de una guerra nuclear el lunes al reportar que sus fuerzas nucleares en tierra, mar y aire estaban en alerta tras la orden de Putin el fin de semana.
Intensificando su retórica, Putin denunció a Estados Unidos y sus aliados, calificándolos de “un imperio de mentiras”.
El lunes reinaba una tensa calma en Kiev, donde muchos habitantes hacían cola para comprar agua y alimentos tras estar dos noches confinados a sus casas debido a un toque de queda. Pero según videos publicados en las redes sociales, caían proyectiles del Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, y los videos mostraban a edificios estremecidos por los cañoneos. Las autoridades en Járkiv informaron que por lo menos siete personas murieron y decenas resultaron heridas, pero advirtieron que ello podría aumentar.
“Ellos querían tener un blitzkrieg y fracasaron, así que ahora actúan de esta manera”, expresó Valentin Petrovich, un habitante de la ciudad de 83 años de edad, quien pidió no usar su apellido por temor a represalias.
Las fuerzas rusas niegan estar atacando zonas residenciales, pese a evidencia abrumadora de que viviendas, escuelas y hospitales están siendo bombardeados.
Familias ucranianas, presas del pánico, se aglomeraban en refugios antibombas, sótanos o corredores, a la espera del desenlace.
De momento no se sabe exactamente cuántas vidas se han perdido en este conflicto. El comisionado de derechos humanos de la ONU dijo que 102 civiles han muerto y centenares han resultado heridos, pero al mismo tiempo advirtió que la cifra real probablemente es mucho mayor. El presidente de Ucrania indicó que por lo menos 16 menores de edad han perdido la vida.
Más de 500.000 personas han huido del país desde la invasión, dijo el lunes otro funcionario de la ONU. Millones de personas han abandonado sus viviendas.