El país limítrofe llega a las urnas con un nivel de polarización histórica y una violencia política sin precedentes. Las encuestas dan como posible ganador a Lula Da Silva. Quién vota, qué se elige, posibilidades de segunda vuelta y cuándo será el traspaso de mandato.
Más de 150 millones de personas tienen derecho de sufragio en estos comicios. El voto es obligatorio en Brasil para todos los ciudadanos alfabetizados mayores de edad y con plenas capacidades legales, siendo opcional para las personas de entre 16 y 18 años y para quienes tienen más de 70.
Los brasileños deberán elegir a los 513 miembros de la Cámara de Diputados y 27 de los 81 escaños que conforman el Senado. Además, están en juego el control de los 27 territorios que conforman Brasil, tanto a nivel de órganos legislativos como de gobernadores.
Sin embargo, gran parte del foco está puesto en los comicios presidenciales, en los que Bolsonaro aspira a prolongar una etapa que arrancó en 2019. Su principal rival, Lula, figura como favorito en los sondeos y ya tiene experiencia en el Palacio de Planalto (2003-2010).
Después de tres intentos fallidos en elecciones presidenciales, Lula Da Silva tuvo su primera victoria en los comicios de 2002, hace 20 años. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) no logró obtener mayoría de votos en primera vuelta, por lo que ganó con 52,7 millones de votos en la segunda tanda (el 61,3% del total).
La terna de aspirantes la completan otros nueve candidatos, entre los que sobresalen el exministro Ciro Gomes y la senadora Simone Tebet, si bien ninguno de ellos ha logrado consolidar una tercera vía, al menos con las previsiones de los sondeos sobre la mesa.
Las elecciones tienen siempre lugar el primer domingo de octubre y, en caso de que sea necesaria una segunda vuelta, ésta tendrá lugar el último domingo de mes (el día 30 en el caso del actual proceso).
Este sistema a doble vuelta se contempla únicamente para las elecciones a gobernador y presidente y obliga a elegir entre los dos candidatos con más votos en caso de que ningún aspirante obtenga la mitad más uno de los sufragios válidos en la primera ronda.
Con el objetivo de ser vencedor en primera vuelta, Lula aspira al "voto útil", es decir, los votantes de otros candidatos: Ciro Gomes, líder del Partido Laborista, es el tercer candidato, con una intención de voto del 7% según la mayor cantidad de encuestas.
Brasil dispone de un sistema de urna electrónica que agiliza el recuento y que previsiblemente permitirá conocer al vencedor de las elecciones presidenciales de este domingo en cuestión de horas. Sin embargo, su investidura aún se retrasará casi tres meses, ya que tradicionalmente el traspaso de poderes se efectúa en Brasil el 1 de enero.
La renovación parlamentaria se producirá a finales de ese mismo mes, ya que la actual legislatura en la Cámara de Diputados concluye el 31 de enero de 2023.