Estas cifras se suman a las dificultades que enfrenta el gobierno de la primera ministra Liz Truss, que lucha por mantenerse en el cargo tras presentar un plan económico que inquietó a los mercados y que la obligó a un drástico cambio de rumbo.
La inflación en Reino Unido se aceleró al 10,1% en un año, frente al 9,9% en agosto, impulsada por los precios de los alimentos, que tuvieron subas sin precedentes en las últimas cuatro décadas, según informó el miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
Estas cifras se suman a las dificultades que enfrenta el gobierno de la primera ministra Liz Truss, que lucha por mantenerse en el cargo tras presentar un plan económico que inquietó a los mercados y que la obligó a un drástico cambio de rumbo.
Según la ONS, la escalada de los precios en Reino Unido fue la mayor en los países del G7 y se vio parcialmente amortiguada por un retroceso de los precios de los combustibles, de los pasajes de avión y de los automóviles de ocasión.
La suba interanual en septiembre del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas se aceleró al 14,5%, frente al 13,1% de agosto, mientras que los suministros de vivienda aumentaron su coste un 20,2%, dos décimas más.
El transporte moderó su incremento interanual al 10,6% desde el 12% de agosto y la inflación núcleo, que excluye la volatilidad de los precios de la energía, alimentos, alcohol y tabaco, aumentó un 6,5% en los 12 meses hasta septiembre, por encima del 6,3% de agosto.
En términos mensuales, los precios registraron en el noveno mes del año un incremento del 0,5%.
"Después de ceder levemente el mes pasado, la inflación volvió a situarse en los máximos registrados a inicios del verano", destacó Darren Morgan, director de estadísticas económicas en la ONS.
Si bien la inflación sigue en una tasa "históricamente alta, los costos que enfrentan las empresas comienzan a desacelerarse, con la caída en septiembre de los precios del crudo", afirmó Morgan. Vale aclarar que el petróleo se mantiene lejos de sus precios máximos disparados luego del inicio de la guerra en Ucrania.
El nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, reaccionó inmediatamente con un mensaje para los hogares. "Entiendo a las familias en todo el país que tienen dificultades frente a esta alza de los precios y a las facturas de la energía que suben", dijo en un comunicado.
Esta semana el Reino Unido vio un cambio rotundo de su política económica luego de que Truss le pidiera la renuncia al ministro de Finanzas anterior Kwasi Kwarteng y desginara a Hunt, quien rápidamente ordenó cambios en el presupuesto, medida que fue celebrada por varios sectores del ecosistema financiero.