En la previa del encuentro que reunirá a 33 representantes de América Latina y el Caribe, el presidente Alberto Fernández, expresó que "es un buen momento para que Brasil regrese a la CELAC porque es un país demasiado importante para ausentarse de los foros internacionales, como sucedió con (Jair) Bolsonaro". Además, aseguró que, en los últimos años, durante los gobierno neoliberales que los precedieron, la relación entre ambos países perdió mucho potencial, pero que aquello se va a revertir con los acuerdos que comenzarán gracias a la firma de un "acuerdo estratégico" que concretarán este lunes en Casa Rosada donde lo central será la firma para comenzar con la creación de una moneda común para el intercambio comercial. La oposición, mientras tanto, se sigue quejando por la posible asistencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y no cesa con el intento de boicotear la cumbre.

Alberto Fernández, Lula y la "moneda sudamericana común"

Como ya consignó Página12, el acuerdo que firmarán ambos mandarios, incluirá un mecanismo que permitirá la creación de "una moneda sudamericana común". "Lo que se firma es un memorándum de entendimiento para empezar a estudiarlo", explicaron desde el ministerio de Economía a este diario y adelantaron que sería moneda común, no única, porque serviría para el comercio entre los países, asociada al valor de Producto bruto y a la situación de los bancos centrales de Brasil y la Argentina. Eso permitiría que el comercio entre ambos deje de estar dolarizado. Cada uno, sin embargo, conservará su moneda local. La idea sería, en un futuro, extender esta idea al resto de los países de la región.

"Dos pueblos hermanos vuelven a encontrarse. Una relación que jamás debió interrumpirse y que la historia de hermandad latinoamericana hace que vuelva a suceder", expresaron Fernández y da Silva en un documento que publicaron el domingo, en la previa de la bilateral. El viaje, dicen, marcará un nuevo comienzo, en el año en el que se celebra el bicentenario de las relaciones diplomáticas entre ambos países y será clave para Fernández, que asegura que lo único que no quiere es que vuelva a ganar Macri. 

Eso, coinciden ambos mandatarios, sería un retroceso para los planes que tienen en mente, que incluirán una moneda común para el intercambio comercial que podría extenderse en la región y hacer a todos los países más soberanos porque dejarían de depender del dólar para ese tipo de transacciones.

En esa línea, el presidente argentino aseguró en una entrevista que concedió en la Quinta de Olivos al diario brasileño, Folha de San Pablo, el día antes del arribo del brasileño, que a Lula le preocupa "que los peronistas se mantengan unidos". "Puede que tenga diferencias con la vicepresidenta, pero si tenemos una coincidencia es que Lula es una persona muy especial para nosotros. Hay dos enlaces paralelos", dijo Fernández.

El mandatario del país vecino, según supo este diario, cuando tuvo la última bilateral con Fernández —el dos de enero en el marco de su asunción en Brasilia— le dijo: "Necesitamos que ganes". Sucede que para el proceso de integración regional que están construyendo, el posible triunfo de Juntos por el Cambio, haría retroceder todo varios casilleros. Más allá de que desde el entorno de Fernández aseguran que da Silva después le dijo: "Necesito que reelijas", lo cierto es que el brasileño se puede haber referido a la necesidad para la región de que continúe en el poder el peronismo. De hecho, luego de la bilateral con Fernández, Lula irá al Senado a ver a la vicepresidenta, Cristina Fernández.

Fortalecer la región, fortalecer el MERCOSUR

Uno de los desafíos concretos que, por ejemplo, tienen ambos países, es el de fortalecer el Mercosur. Hoy la presidencia protémpore del espacio está a cargo de Fernández y en seis meses pasará a manos de Lula. La idea de ambos es generar un proceso de continuidad y marcar cambios profundos para la región desde allí. "Queremos que el MERCOSUR sea una plataforma para nuestra integración efectiva al mundo, a través de la negociación conjunta de acuerdos comerciales equilibrados que respondan a nuestros objetivos estratégicos de desarrollo", explicaron en el documento que publicaron los presidentes.

Una de las ideas, según supo Página12, es avanzar en un acuerdo nuevo entre el MERCOSUR y la Unión Europea completamente distinto al Preacuerdo que firmaron en 2019 Macri y Bolsonaro. "Ese preacuerdo era de una entrega total y lo único que hacía es profundizar las asimetrías. Queremos un acuerdo con la UE, pero que nos beneficie, que nos permita vender productos con valor agregado y no solo materia prima", explicaron desde el entorno íntimo de Fernández sobre la idea de ambos presidentes.

En el contexto de los debates por el futuro del Mercosur, habrá que ver también qué sucede con Uruguay, cuyo presidente, Luis Lacalle Pou, amenazó con romper el bloque y negociar de manera individual acuerdos de librecomercio. Para Fernández los últimos años del Mercosur han sido malos y Uruguay debe entender que debe buscar objetivos como socio de una región, mientras los países más grandes como Brasil y la Argentina buscan trabajar para minimizar las asimetrías dentro del bloque. Sin embargo, destaca que personalmente se lleva bien con el presidente uruguayo, no como ocurría con Bolsonaro. Para intentar calmar las aguas, Lula, luego de su paso por la Argentina, visitará Uruguay.

"El sueño de estar unidos, ahora es posible"

El objetivo de la cumbre de la CELAC será la elección del nuevo presidente protémpore del organismo. Sin embargo, más allá de las formalidades, hay varios temas que serán parte del menú. Uno de ellos será mostrar unidad en la condena contra la violencia política que ha ido en aumento en todo el continente durante el último tiempo. 

Fernández opina que lo que vivió Brasil hace unas semanas con el intento de golpe de Estado, no solo debe llamar la atención del país, sino del continente. Para el mandatario, Lula resolvió muy bien el problema, y difícilmente pueda pasar algo similar en la Argentina, pero llamó la atención sobre el intento de magnicidio contra la vicepresidenta. "Hay cierto sector de la derecha latinoamericana que piensa que la violencia es una forma adecuada de combatir la democracia, de amenazar a la sociedad. Debemos estar alerta, no permitir que esto suceda en ningún lado", expresó en diálogo con Folha.

En el documento que firmaron ambos presidentes, este tema también mereció un párrafo: "los lazos entre Argentina y Brasil se cimentan en la consolidación de la paz y la democracia. Queremos democracia para siempre. Dictadura nunca más. Condenamos todas las formas de extremismo antidemocrático y de violencia política", subrayaron.

El berrinche opositor nao tem fim

El expresidente, Mauricio Macri, luego de todas las denuncias y repudios que hicieron a lo largo de la semana pasada los principales dirigentes de su espacio político, el domingo publicó una carta denominada: "vergüenza y esperanza", en la que volvió a cuestionar la cumbre de la CELAC y a los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a los que directamente los denominó "dictadores".

"La bienvenida a estos dictadores no la organizamos nosotros, los argentinos, sino un gobierno que languidece en su mediocridad, uno que pronto se llevará el desgraciado honor de haber sido el peor gobierno de la historia de la democracia de nuestro país", dijo Macri y añadió que su idea es "volver a integrarnos con el mundo firmando tratados de libre comercio". 

La respuesta no tardó en llegar. El Canciller le dijo: "Vergüenza es haber condenado al país a volver al FMI después de recibirlo desendeudado. Argentina paga tu inoperancia. CELAC es un foro soberano y amplio. El multilateralismo implica debatir sin exclusiones y sin negar las diferencias para mejorar los vínculos entre los pueblos".

Sobre la posible asistencia de Maduro a la cumbre, que aún sigue sin estar confirmada, Fernández dijo en la entrevista con el diario brasileño que "Venezuela es parte de la CELAC y Maduro está más que invitado. Hasta donde yo sé lo hará". Además, aclaró que la posición de Argentina es impulsar, a través del Grupo de Contacto, los diálogos entre la oposición y el oficialismo venezolano. "La idea es que los venezolanos decidan entre venezolanos", finalizó.