Durante la mañana del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos sufrió el atentado más duro de toda su historia.
Un día como hoy pero en 2001, el grupo terrorista Al Qaeda, liderado por Osama bin Laden, conmocionaba al mundo entero al secuestrar los vuelos 11 de American Airlines y el 175 de United Airlines para estrellarlos y derribar las Torres Gemelas. El ataque dejó un total de 2.996 muertos y más de 25 mil heridos.
Aquella mañana, un grupo de terroristas secuestró cuatro aviones para llevar a cabo una serie de atentados que marcaría un antes y un después en la historia de Estados Unidos.
Las Torres Gemelas fueron diseñadas por Minoru Yamasaki y formaban parte del World Trade Center, un complejo de siete edificios ubicados en el Distrito Financiero de Manhattan.
Estos monolitos de acero tenían 110 pisos y 417 metros de altura, aunque una de ellas medía 415. las dos torres cambiaron por completo el horizonte de la ciudad y eran los edificios más altos de Manhattan en el momento de su finalización y las cuartas en el ranking mundial, por detrás de las Torres Petronas en Malasia (452 metros de altura), las Torres de Sears en Chicago (443 metros de altura) y la Torre Jin Mao en China (421 metros de altura).
El primero de aquellos aviones fue el vuelo 11 de American Airlines, que fue estrellado en la torre norte del complejo World Trade Center en la Ciudad de Nueva York a las 8:46.
Solo 17 minutos después, el vuelo 175 impactó contra la torre sur, aumentando el pánico entre las personas que se encontraban en la zona. Ambas torres se terminaron derrumbando casi dos horas después de sus respectivos impactos.
Un tercer vuelo, el 77 de American Airlines, había partido desde Dulles y fue secuestrado por cinco integrantes de Al Qaeda cuando sobrevolaba la zona de Ohio. La estructura atacada en esta ocasión fue el Pentágono, que sufrió el choque a las 9:37. En total murieron las 64 personas que viajaban en el avión y otras 125 que se encontraban en el edificio.
El último avión secuestrado fue el vuelo 93 de United Airlines, que tenía como destino Washington D.C.. Pero los pasajeros de este avión lograron hacerse con el control del mismo y desviaron el vuelo de su objetivo, que según pudieron determinar investigadores era la Casa Blanca o el Capitolio de los Estados Unidos. Finalmente se estrelló en un campo de Shakesville y murieron las 44 personas que iban en la aeronave.