El presidente electo de Estados Unidos superó a su predecesor, quien en 2004 obtuvo un respaldo hispano del 40%.
El respaldo que los votantes latinos le dieron al presidente electo Donald Trump en el último "Súper Martes" marcó un nuevo récord histórico. El 45% de los votantes latinos se decantaron por la candidatura del republicano a pesar del su recurrente diatriba contra las minorías.
De esta manera Trump superó en en 15 puntos porcentuales al respaldo que había obtenido entre los latinos George W. Bush cuando lo acompañó el 40% de los latinos. Trump también mejoró en 13 puntos porcentuales su apoyo con respecto a las elecciones de 2020 cuando no logró obtener la reelección.
En tanto el respaldo latino a los demócratas cayó 20 puntos porcentuales desde el récord que alcanzó en su momento Barack Obama.
Kamala Harris obtuvo solo el 53% del voto latino, una cifra significativamente inferior al 65% que logró el actual presidente Joe Biden en el año 2020 y muy lejos del respaldo alcanzado por Obama en los años 2008 y 2012, cuando obtuvo un 71% y un 73%, respectivamente.
Harris perdió apoyo en casi todos los estados clave, con excepción de Wisconsin, donde incrementó su respaldo hispano en solo un punto. Las mayores caídas en el apoyo latino para Harris se registraron en los Estados de Michigan y Pensilvania, con retrocesos de 24 y 21 puntos porcentuales, respectivamente.
En Michigan, Harris logró solo un 35% del voto latino, frente al 59% que obtuvo Biden en las elecciones presidenciales del año 2020. En Pensilvania, su respaldo entre votantes latinos cayó al 57%, también notablemente inferior al resultado de Biden en los últimos comicios.
Las pérdidas de Harris también fueron considerables en estados tradicionalmente disputados. En Florida, el apoyo latino a la candidata demócrata descendió 11 puntos, mientras que en Texas cayó 15 puntos, reduciendo su capacidad de captar a un electorado que fue clave en elecciones anteriores.
Donald Trump, quien logró imponerse en cinco de los siete estados bisagra de estas elecciones, consolidó así un claro mandato y está a la espera de los resultados finales en los Estados de Nevada y Arizona, donde también mantiene una ventaja que podría asegurarle una victoria aún más contundente.
El aumento del respaldo latino fue fundamental para el candidato republicano. La estrategia de Trump incluyó un enfoque en temas económicos y de estabilidad, enfatizando el impacto de la inflación y las oportunidades de empleo.
También se encargó de señalar que las políticas migratorias actuales afectan negativamente a los latinos en el país. Este cambio en el voto latino refleja una mayor diversidad en las preferencias políticas de este grupo, que mostró ser menos monolítico de lo que tradicionalmente se asumió en campañas anteriores.