Un informe de la NASA revela que el orificio que se formó en la capa de ozono es un poco más pequeño en comparación con el año pasado. Esta capa protege a la Tierra de los rayos ultravioleta del Sol.
Mediciones satelitales realizadas entre el 7 de septiembre y el 13 de octubre de 2022 han revelado que el agujero de la capa de ozono en el Hemisferio Sur alcanzó un área promedio anual de 23,2 millones de kilómetros cuadrados, lo que implica una pequeña reducción de su tamaño en comparación con el año pasado y una tendencia a la baja en los últimos años, según informó el miércoles (26.10.2022) la NASA y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
La medida es ligeramente inferior a la extensión de 23,3 millones de kilómetros cuadrados alcanzada el año pasado, y muy por debajo de la media observada en 2006, cuando el tamaño del agujero alcanzó su máximo.
"Con el paso del tiempo, se están haciendo progresos constantes y el agujero es cada vez más pequeño", dijo Paul Newman, científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
"Vemos algunas oscilaciones, ya que los cambios meteorológicos y otros factores hacen que las cifras varíen ligeramente de un día a otro y de una semana a otra. Pero, en general, vemos que está disminuyendo en las últimas dos décadas. La eliminación de las sustancias que afectan la capa de ozono, mediante el Protocolo de Montreal, está reduciendo el agujero", agregó Newman.
El Protocolo de Montreal, un acuerdo adoptado hace 35 años para prohibir la liberación de sustancias químicas nocivas para la capa de ozono llamadas clorofluorocarbonos o CFC, sigue siendo el único tratado internacional ratificado por todos los países de la Tierra con este objetivo.
La capa de ozono es una parte de la estratosfera que protege a la Tierra de los rayos ultravioleta (UV) del Sol. Cuando esta capa protectora se diluye, se forma el llamado "agujero de ozono" sobre el Hemisferio Sur.
El cloro y el bromo derivados de compuestos producidos por el hombre se liberan a partir de reacciones químicas en las nubes polares de gran altitud. Estos sustancias químicas empiezan a agotar la capa de ozono cuando sale el Sol en septiembre, al final del invierno, y el principal agujero se produce sobre la Antártida.
A pesar de que existe una tendencia a la baja, los científicos de la NOAA y la NASA detectaron que el agujero experimentó su mayor expansión de 26,4 millones de kilómetros cuadrados el pasado 5 de octubre, pero este se está reduciendo nuevamente.
Algunos científicos estaban preocupados por los posibles impactos estratosféricos de la erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai en enero de 2022. La erupción del Monte Pinatubo de 1991 liberó cantidades considerables de dióxido de azufre que amplificaron el agotamiento de la capa de ozono. Sin embargo, no se han detectado impactos directos del Hunga Tonga en los datos estratosféricos de la Antártida.
Fuente: Dw.