Pasó Estudiantes y está bien. No hay que quitarle méritos al equipo de Domínguez, por más que haya sufrido la mayor parte de la noche, por más que futbolísticamente siempre estuvo un par de pasos atrás de Boca. Pero tuvo temple para bancar el temporal, fue al frente cuando debió hacerlo, le salieron bien los cambios y encontró en un penal y en una expulsión el pasaporte a los penales.