La blanca refinada ofrece una textura aireada y ligera, pero no es la más recomendable por los nutricionistas. Enterate cuáles son para comprarlas.
El 9 de febrero se celebra el Día Mundial de la Pizza, una de las comidas más preferidas del mundo y que, desde 2017, forma parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. A pesar de ello, el éxito de esta comida se basa, en gran parte, por la elección de la harina.
Especialistas aconsejan explorar las diferentes opciones de harinas saludables, destacando sus beneficios nutricionales y sus usos en la preparación de este plato tan popular a nivel mundial.
¿Qué harinas hay que usar para hacer pizzas saludables?
La harina blanca refinada ofrece una textura aireada y ligera, pero las harinas integrales son una mejor opción para quienes buscan un mayor contenido de fibra y un índice glucémico más bajo.
Por otro lado, para las personas con celiaquía o intolerancia al gluten, existen opciones como: la harina de arroz (fácil y ligera para digerir) y la harina de garbanzo (rica en proteínas y con un sabor intenso).
Pizzas saludables con harinas sostenibles
Las opciones como la harina de sorgo, harina de teff o harinas orgánicas apoyan prácticas agrícolas responsables y reducen el impacto ambiental.
Combinaciones para hacer pizzas saludables en tu casa
- Atún y vegetales: es rica en omega-3, fibra y licopeno.
- Berenjenas y tomate cherry: es la combinación ideal de antioxidantes y calcio.
- Champiñones y morrones: son fuente de antioxidantes, vitaminas A y C.
- Peras y nueces: aportan fibra, proteínas y omega-3.
- Pollo y brócoli: tiene alto contenido en proteínas y calcio.