Las autoridades del organismo afirmaron que el programa cerrado este jueves “es realista y pragmático” y que “aprendieron de experiencias anteriores”. Esperan que el Congreso lo apruebe antes del vencimiento de deuda del 22 de marzo.
El Fondo Monetario Internacional defendió el acuerdo alcanzado este jueves con el Gobierno argentino y lo calificó como “creíble y realista”, al tiempo que admitió que el organismo “aprendió de experiencias pasadas”, en relación al fallido préstamo Stand By de 2018. Además, aseguró que el programa financiero incluirá un plan para desarmar en el mediano plazo el cepo cambiario.
En una conferencia de prensa, el director del Departamento del Hemisferio Occidental Ilan Goldfajn aseguró que el acuerdo es “pragmático y realista” y que el organismo espera que “empiece a lidiar con los desafíos profundos que tiene la Argentina”.
El economista brasileño, una de las máximas autoridades en el organigrama del Fondo Monetario, mencionó a la reducción de subsidios como uno de los puntos centrales del acuerdo y dijo que el programa incluirá para este año un recorte de subvenciones a la energía equivalente a 0,6% del Producto Bruto, aunque aclararon que la proyección tienen márgenes por la volatilidad de los precios internacionales.
El director del Departamento del Hemisferio Occidental Ilan Goldfajn aseguró que el acuerdo es “pragmático y realista” y que el organismo espera que “empiece a lidiar con los desafíos profundos que tiene la Argentina”
Por su parte, Julie Kozack, directora adjunta de ese Departamento y quien encabezó la mesa negociadora con los funcionarios argentinos, detalló que la baja de subsidios provendrá de una “reducción de costos y un aumento en las tarifas”. “La población con menores ingresos va estar protegida. Esto va a liberar recursos para reorientarlos a otras áreas más productivas”, mencionó.
Por otra parte, la funcionaria dijo que el Gobierno negociará con el Banco Mundial en los próximos meses un plan a mediano plazo para aumentar la eficiencia en el consumo y el uso de la energía, aunque no dio detalles sobre cómo funcionarían esas medidas.
En tanto, Luis Cubeddu, jefe de la misión argentina del FMI dijo que las proyecciones de inflación incluyen una caída “desde casi 51% en 2021 a un rango de entre 38 y 48% para 2022 y una baja gradual de 5 por ciento desde ese momento a mediano plazo”, detalló. Además, el PBI crecería entre 3,5% y 4,5% este año con un ritmo que iría en desaceleración más adelante. “Está en línea con el crecimiento histórico argentino”, mencionaron los técnicos del FMI. “Hay incertidumbres por eso trabajamos con rangos”, justificaron.
Consultados sobre las metas de reservas en el Banco Central y los controles cambiarios, Kozack dijo que el programa apunta a “encontrar formas de mejorar los mecanismos de control de capital”. Consideró que en su momento fueron “reforzados para preservar reservas”, pero que el programa acordado este jueves auspiciará “un plan para reducir esos controles” y migrar hacia “un esquema de controles macroprudenciales”.
Los técnicos del FMI aseguraron que otros organismos internacionales participarán del financiamiento hacia la Argentina con desembolsos que sumarán un 0,4% del PBI anual entre 2022 y 2024. Participarían el Banco Mundial, la CAF y el BID.
Julie Kozack dijo que el programa acordado este jueves auspiciará “un plan para reducir esos controles” y migrar hacia “un esquema de controles macroprudenciales”
Goldfajn, que ofició como vocero “político” del acuerdo alcanzado con la Argentina, dijo que el programa financiero “está basado en metas realistas, es pragmático. El programa le pertenece a las autoridades (argentinas)”, dijo el funcionario y comentó que el organismo “aprendió de experiencias anteriores”, al ser consultado sobre por qué este acuerdo sí funcionaría. “Eso es lo que podemos ofrecerles a la Argentina”, concluyó.
Por último, consultado sobre los tiempos de discusión parlamentaria y el vencimiento que se aproxima de USD 2.900 millones, Goldfajn solo aseguró que “trabajamos con las autoridades para terminar esto a tiempo antes de esa fecha. Creemos este es el caso”, completó.
El Fondo Monetario confirmó el cierre de las negociaciones al asegurar que “el personal del FMI y las autoridades argentinas han llegado a un acuerdo a nivel del personal técnico sobre las políticas económicas y financieras respaldadas por un Acuerdo del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) de 30 meses”.
“El SAF, con acceso solicitado de DEG 31.914 millones (equivalente a USD 45.000 millones o 1000 por ciento de la cuota), tiene como objetivo proporcionar a Argentina apoyo presupuestario y de balanza de pagos para abordar los desafíos económicos más apremiantes del país y mejorar las perspectivas de todos los argentinos mediante la implementación de medidas diseñadas para promover el crecimiento y la protección de programas sociales esenciales”, dijo el organismo, en un comunicado firmado por Julie Kozack y Luis Cubeddu, quienes encabezaron la mesa de negociación con el Gobierno argentino.
“El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas han llegado a un acuerdo sobre un programa económico pragmático y realista, con políticas creíbles para fortalecer la estabilidad macroeconómica y mejorar las condiciones necesarias para comenzar a atender los profundos desafíos para un crecimiento sostenible en Argentina”, expresó el organismo que lidera Kristalina Georgieva.
“El programa busca abordar de manera duradera la alta inflación persistente a través de una estrategia múltiple que involucra una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal y un nuevo marco para la implementación de la política monetaria para generar tasas de interés reales positivas para respaldar el financiamiento interno, que junto con otras medidas, ayudará a promover una reducción continua de la inflación a lo largo del tiempo”, consideró el FMI.