El índice de riesgo país llegó a los 2.736 puntos, valor récord tras la reestructuración de la deuda, mientras los bonos en dólares acentuaron su caída.
Las medidas anunciadas por la ministra Silvina Batakis siguen sin convencer al mercado y esa desconfianza quedó reflejada en el riesgo país, que este martes 12 de julio superó otra vez -ya lo había hecho la semana pasada- la barrera de los 2.700 puntos básicos.
El riesgo país cerró en 2.728, aunque durante la jornada tocó los 2.736 puntos, un valor récord desde la reestructuración de la deuda con acreedores internacionales en septiembre de 2020.
También cayeron los bonos soberanos en dólares, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, y la bolsa porteña. En cambio, los bonos en pesos siguieron recuperándose.
Batakis, en su primera conferencia de prensa realizada el lunes, habló de dar orden y equilibrio a las finanzas públicas, aseguró que se van a cumplir las metas con el FMI y que se pagará la deuda en pesos.
Sin embargo, los analistas afirman que los inversores están escépticos porque faltan medidas concretas para saber cómo se logrará el equilibrio fiscal y tienen dudas acerca de que el ala dura del kichnerismo respalde un ajuste.
A la incertidumbre local se sumó el contexto internacional desfavorable, que también influye en el riesgo país y los bonos. El escenario de preocupación por una posible recesión global se acrecientan y la mayor aversión al riesgo golpea a todos los emergentes.
Nery Persichini, jefe de Research y estratega de GMA Capital, evaluó a iProfesional que "las medidas, si bien no significaron una radicalización, se quedaron a mitad de camino y llegaron tarde; el mercado espera hechos, no anuncios".
El analista Gustavo Ber alegó que "más allá de los anuncios económicos, y bajo un clima externo aún cauteloso y volátil, los activos domésticos continúan bajo presión, y siguen profundizando los castigos en sus cotizaciones mientras se evalúan la capacidad y voluntad de llevarlos adelante".
"Los operadores esperan no sólo mayores detalles, y medidas específicas para evaluar el cómo sobre dichos lineamientos sino señales respecto al respaldo político ya que resulta crucial para tener chances de avanzar en su implementación a tiempo en busca de una convergencia en los desequilibrios económicos y así frenar el deterioro de expectativas", enfatizó.
En sintonía, en Aurum Valores plantearon que "a la espera del acompañamiento político (o no) de la pata kirchnerista de la coalición, los anuncios de Batakis lucen apropiados pero la implementación de los mismos es una gran incógnita". Y agregaron: "Los anuncios quedan bajo escrutinio hasta que las palabras se transformen en hechos dado que para que tengan efecto duradero deberíamos apreciar un fuerte ajuste fiscal que deberá ser acompañado por los sectores kirchneristas".
Al respecto, Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum estimó que "la dinámica del gasto para llegar a un déficit de 2,5% es altamente exigente, en números, el gasto debería pasar de crecer el 76% interanual al 47% interanual, un ajuste fiscal de proporciones significativas que no parece ser la hoja de ruta de Cristina Fernández de Kirchner".
En PPI analizaron que "la ministra acertó con el espíritu de sus anuncios, que es la búsqueda del equilibrio fiscal" pero "quedó poco clara la ejecución para alcanzar los objetivos". Así, Pedro Siabba Serrate, estratega de PPI comentó que "las medidas anunciadas no generaron el impacto positivo que esperaba el Gobierno, y no nos llama la atención el incremento del riesgo país que se refleja en la caída de los globales argentinos, alcanzando nuevos mínimos post-restructuración".
Por su parte, Mateo Reschini, analista senior de research de Inviú atribuyó la caída de bonos y acciones a que "falta énfasis en el cómo se va a plantear este equilibrio fiscal, y los bonos y acciones están reaccionando un poco más (que los dólares financieros) a este esperar y ver pero también el contexto internacional pega, afuera está todo cayendo, hay un risk off global que nos pega"