Armando Cavalieri acordó con las cámaras empresariales que se pagará en agosto el 10,5% de aumento previsto para enero. Se pactó una nueva revisión salarial a comienzos del año próximo.
La paritaria más importante del país, que alcanza a más de un millón de trabajadores, acaba de cerrar su revisión para compensar el alza de la inflación: la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) acordó con las cámaras empresariales del sector el otorgamiento de un adelanto en agosto del 10,5% que estaba previsto para enero a raíz del fuerte incremento de los precios, además de fijar una nueva revisión salarial para comienzos de 2023.
De esta forma, el sindicato que conduce Armando Cavalieri mejoró la paritaria de este año, que se firmó en abril pasado y se extenderá hasta abril de 2023, donde empresarios y gremialistas pactaron un incremento de su básico de convenio que eleva el piso salarial de $90.000 a $139.000, lo que implica un alza anual del 59,5%, que se pagará en siete tramos.
A partir de lo acordado esta tarde entre la FAECYS y la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales (UDECA), se informó, “ya se incorporó al salario un 6% de abril, un 6% de mayo y un 6% de junio, mientras que para agosto estaba previsto un 10% y se añadirá el 10,5% firmado recientemente”. Esto implica que el total del aumento salarial pactado para este año se pagará en 7 meses.
“Logramos adelantar un tramo de la paritaria previsto para enero, contemplando el impacto de la aceleración de los precios, tal como lo hicimos en abril pasado luego de los incrementos de los primeros meses del año”, dijo Cavalieri, quien destacó: “Vamos a abrir una nueva revisión en enero para que trabajadores no pierdan poder adquisitivo e ir acompañando la evolución de los precios”.
Los sindicatos están logrando nuevos aumentos salariales a partir del alza de la inflación, en algunos casos mediante anticipos o porcentajes adicionales fijados en las instancias de revisión pactadas.
Para compensar el efecto inflacionario, el Gobierno analizó otorgar un aumento de suma fija para los trabajadores de menores ingresos, pero el sector mayoritario de la CGT lo rechazó: Héctor Daer, de Sanidad; Carlos Acuña, de estaciones de servicio; Andrés Rodríguez, de UPCN; Gerardo Martínez, de UOCRA, y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias, le dijeron al ministro de Economía, Sergio Massa, en una reunión que se hizo la semana pasada, que una suma fija “achata las categorías salariales” y les quita margen de maniobra en las paritarias para mejorar los sueldos.
Luego de la marcha cegetista del miércoles pasado, la Casa Rosada buscó una alternativa y ahora propondría el pago de un bono de emergencia, en una o dos cuotas, que cada sindicato podrá negociar con los empresarios a cuenta de futuros aumentos. Se trata de una fórmula que podría aceptar la CGT y le permitiría al Gobierno efectuar anuncios que beneficien a los trabajadores.
Todavía está pendiente la aceptación o no en Economía de otro reclamo que hizo el cotitular de la CGT Pablo Moyano, de Camioneros: la universalización de las asignaciones familiares.
En las últimas semanas, los gremios estatales firmaron con el gobierno nacional un aumento salarial del 60% para el período junio 2022-mayo 2023, con un compromiso de revisión en octubre.
Uno de los incrementos más fuertes fue acordado la semana pasada por la Federación Sindicatos Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPEH), que lidera Antonio Cassia: contempla un alza salarial del 80% de aumento para los empleados de YPF y un bono de 100.000 pesos.
El aumento se pagará de esta forma:
Un 15% retroactivo a junio, un 10% en agosto, un 5% en septiembre y un 10% en octubre, mientras que el resto se completará entre noviembre y marzo y el bono será abonado en dos cuotas, en diciembre y en abril de 2023.