El "lado B" de las conversaciones con los exportadores de distintos sectores. No todo lo que brilla es oro. Costos elevados y desconfianza mutua.
Sergio Massa intentará esta semana cerrar distintos acuerdos que le permitan mostrar un robustecimiento de las reservas del Banco Central. Su equipo tiene distintas negociaciones en marcha. Hay varios sectores exportadores involucrados y, como el propio ministro ya expresó, incluye la posibilidad de que fondos de inversión internacionales acerquen divisas. En todos los casos se trata de operaciones financieras que incluyen promesas de rentabilidad más que interesantes para quienes traigan los dólares al BCRA.
Ahí está la cuestión central: Massa podría mostrar que, tal cual lo planteó cuando asumió, podría conseguir alrededor de u$s5.000 millones para las reservas.
Pero la clave estará en las condiciones que pondrán los prestamistas. Entre las condiciones habrá que mirar el costo de esas líneas y también si el BCRA podrá utilizar esos dólares. O si estará obligado a dejarlos inmovilizados en los bancos.
Algunos de los créditos en dólares tienen asignación específica, como el que anunció el propio ministerio de Economía antes del fin de semana, por parte de la Corporación Andina de Fomento. Ingresarán u$s740 millones, que irán a financiar obras de infraestructura y asistencia a distintos programas económicos y sociales.
Lo que parece claro es que esos dólares servirán para engrosar las reservas pero no para venderlos en el mercado cambiario.
Dólar: qué acuerdos se negocian
La instrucción de Massa a Agricultura fue que se abra una negociación con distintos sectores exportadores para que acerquen dólares. En primer lugar, con CIARA, la cámara que agrupa a las cerealeras exportadoras. El primer trato fue que adelanten u$s1.000 millones, que se depositarán en cuentas especiales en bancos del sistema financiero.
La operación no es gratuita. Funciona como una prefinanciación de exportaciones. Las empresas adelantan esos fondos que en algún momento van a exportar en mercadería. Por acercar el dinero cobran entre 7% y 8% anual en dólares.
Se trata de un costo elevado para el Estado, que sólo se entiende en el actual contexto de necesidad imperiosa de billetes verdes. No son dólares que el Banco Central tenga disponibles para utilizar. Tendrán la función de engrosar las reservas de la autoridad monetaria.
En el mismo sentido se encamina la negociación con las petroleras. En el caso de esas compañías, la idea es que adelanten exportaciones por alrededor de u$s1.500 millones. Esta semana será clave para que se cierren las negociaciones.
También quedó inaugurada la negociación con el consorcio ABC, los exportadores de carne vacuna. En principio, esos frigoríficos acercarán u$s150 millones. Lo único que por ahora trababa la discusión es que los empresarios pedían garantías de que el Gobierno no les trabará las ventas al exterior en caso de que se vuelvan a recalentar los precios internos de la carne.
Por ahora sólo existen límites a las exportaciones de los denominados cortes populares (asado, vacío, matambre, entre otros). Pero lo cierto es que el Gobierno y ese sector vienen transitando con desconfianzas mutuas por las idas y vueltas en las medidas restrictivas tomadas desde diciembre de 2019.
Más dólares: vital para cumplir acuerdo con el FMI
Acá, justamente, se abre otra especulación: si la estrategia de Massa por asegurarse estas divisas no tendrá el principal y único fin de cumplir con el acuerdo firmado con el Fondo Monetario. En el Palacio de Hacienda consideran vital cumplir con el FMI. Está claro que, así como van las cosas, la brecha cambiaria no cae por debajo del 100%, algo que sería clave para evitar una devaluación.
Dicho de otra manera: el Gobierno podría firmar acuerdos que -en el corto plazo- le acerquen divisas para engrosar las reservas y cumplir con el FMI. Pero lo esencial para evitar un empeoramiento de la crisis sería que el flujo de divisas de los exportadores sea dinámico. Algo imposible de aventurar si la diferencia entre la cotización del dólar oficial y el contado con liqui o el MEP sigue por arriba del 100%.
Las últimas siete ruedas fueron positivas para el Banco Central, pero se trata de una tendencia débil como para saber si puede extenderse. En esas siete jornadas, las compras netas fueron por unos u$s160 millones. El signo negativo en lo que va del mes ronda los u$s650 millones.
Faltan dólares: lupa en las importaciones
Massa ya dio indicios de que intentará filtrar las importaciones todo lo que se pueda. De hecho, puso el ojo en u$s20 millones de compras de toallas. Y en las importaciones de tragamonedas. Ambas operaciones liberadas por sendos amparos judiciales.
"¿Cuál es la urgencia? ¿La Argentina necesita máquinas tragamonedas o necesita máquinas que aumenten la capacidad instalada de nuestras empresas para poder seguir creciendo y desarrollándose?", dijo el ministro durante su última presentación en el Council of the Americas.
Según los datos que maneja el flamante ministro de Economía, este mes cerrará con importaciones levemente por debajo de las de julio. Un informe que le prepararon en el equipo económico da cuenta de que agosto cerrará con compras por unos u$s7.900 millones, contra u$s8.156 millones de julio y contra el récord de u$s8.547 millones de junio.
El registro oficial señala que las importaciones de energía registraron una caída en relación a julio. Terminarán pagándose alrededor de u$s1.600 millones este mes contra los u$s2.400 millones de julio.
Los números marcan con claridad que, aun con el descenso en los pagos de energía, los dólares se van indefectiblemente. Se viene -una vez más- una semana determinante para la suerte de la paridad cambiaria.