Tras la decisión de intervenir con reservas, la fuerte suba de tasas del BCRA y las restricciones de la CNV, el MEP se estacionó en torno a los $430. Igual, el mercado espera más tensiones en el mediano plazo.
Los dólares paralelos consolidaron una incipiente estabilidad en las últimas jornadas. Luego de la fuerte volatilidad que atravesaron desde mediados de abril ante un contexto financiero complejo, marcado por la escasez de reservas, el Gobierno logró una mayor calma en sus cotizaciones. Ayer, el MEP y el CCL cerraron en baja, mientras que el blue tuve un leve rebote. Con todo, los analistas ponderan los factores detrás del respiro conseguido, aunque señalan que es probable que vuelvan a verse presiones en los próximos meses.
Ante la corrida cambiaria de mediados de abril, el Gobierno implementó una serie de medidas para frenar la fuerte escalada de las cotizaciones paralelas del dólar. Por un lado, el Banco Central comenzó a intervenir con reservas en el mercado de bonos para contener las presiones, algo que prohibía el acuerdo con el FMI pero que el Gobierno decidió realizar de todas formas.
Además, el BCRA subió la tasa de interés dos veces en el último mes. Primero efectivizó una suba de 300 puntos básicos al 81% anual, equivalente a 6,7% mensual, un ajuste insuficiente comparado con la inflación esperado. Y luego, llevó a cabo una fuerte suba de 1.000 puntos básicos a 91% anual, equivalente a 7,6% mensual. Por otro lado, la Comisión Nacional de Valores dispuso medidas para evitar la operación apalancada con cauciones que había elevado la demanda de divisas en la Bolsa y fijó límites a las carteras de las ALyCs sobre la cantidad de títulos vendidos respecto a los comprados.
Ante estas medidas, las cotizaciones paralelas frenaron la escalada. Por un lado, el dólar CCL, que subió 15% en plena volatilidad cambiaria a mediados de abril, a un máximo nominal de $469, retrocedió 6,6% en la última semana. Ayer volvió a bajar y su cotización cayó a $438,88. La misma tendencia siguió el dólar MEP, que había escalado 13,8% en abril, hasta un máximo nominal de $449, cayó 4,3% en las últimas seis ruedas y su cotización se estabilizó en torno a los $430. Ayer cedió 0,4% a $430,60. Por su parte, el dólar blue, que había alcanzado un máximo nominal de $495 (+21%), en la última semana retrocedió 5,4%. Ayer, rebotó apenas 0,2% a $470.
¿Qué esperan los analistas?
Sobre esta dinámica, Martín Kalos, director en EPyCA Consultora, destacó que “por un lado, la estabilidad responde a que la crisis se moderó con la intervención del Gobierno en los mercados cambiarios paralelos y, por otro lado, a que los dólares paralelos también recuperaron suficiente terreno para hoy estar adelantados respecto al resto de los precios de la economía”.
En esta línea, ante la estabilidad de las cotizaciones, el economista Federico Glustein señaló: “Las diversas restricciones impuestas por el BCRA han dado sus frutos, dado que la operatividad y la posibilidad de arbitraje se han reducido e, indefectiblemente, hay menor oferta y menor demanda en los mercados financieros. Sumado a eso, las ventas de bonos que se llevan en promedio más de u$s50 millones diarios tienen su efecto positivo en los operadores que ven que la estrategia para evitar el disparo del tipo de cambio va a llegar hasta las últimas consecuencias y la paridad de los bonos está por el suelo, por ende, no es muy conveniente seguir allí, al menos, en el corto plazo. También juega ahí el Senebi y sus operaciones libres con un valor mayor. Después, la posibilidad de un nuevo acuerdo con el FMI también calma las aguas porque garantiza anticipo de desembolsos y, además, da la sensación de que se alineó con el gobierno hasta las últimas y ese respaldo trae cierta calma”.
Las perspectivas con el dólar
Hacia adelante, los analistas advierten que la aceleración inflacionaria y la falta de dólares como consecuencia de la sequía serán las principales amenazas de la incipiente estabilización en las cotizaciones paralelas. Kalos consideró que “la aceleración nominal de la inflación, la aceleración en el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial y la suba de tasas de interés obliga a pensar en un escenario de mayor devaluación de los dólares paralelos en los próximos meses, además de mayor frecuencia y profundidad en los episodios de volatilidad, ya que puede que haya oscilaciones más marcadas y frecuentes hasta que se concreten medidas económicas que puedan dar estabilidad en el mediano plazo”.
Por su parte, Glustein advirtió que va a depender de varios factores: “El inflacionario es uno de ellos, dado que, con un piso de 7% mensual es difícil que no siga camino la dolarización y es probable que el gabinete económico se quede sin bonos para quemar en el mercado. Después tendrá su correlato la falta de reservas y cómo se percibe la falta de divisas. La idea es llegar a fin de año y cambiar el mando, no hay dinámica de mediano/largo plazo y el poder de fuego será cada vez más débil. A partir de allí, claramente se jugará una carrera contra las expectativas y probablemente acelere su cotización”.