Los analistas explican que la adquisición de los bienes durables y servicios se explica porque es un mecanismo de cobertura ante las dificultades para ahorrar y resguardarse frente a la suba de los precios.
Las consultoras anticipan que en 2023 habrá una caída de la actividad económica, luego de dos años de crecimiento pospandemia. El consumo, que representa más del 60% del Producto Interno Bruto (PBI), explicará gran parte de ese retroceso en medio del impacto que ya muestra la inflación sobre el poder adquisitivo, la falta de dólares en la producción y la sequía. Los sectores de bienes durables y servicios que consumen los segmentos de mayores ingresos aún se mantienen en alza, mientras que el canal masivo muestra una clara desaceleración ante los fuertes aumentos de precios.
Un informe de Fundación Capital proyectó que el consumo privado caerá un 1,4% anual en 2023 y quedará un 6% por debajo del último máximo en 2017. “La aceleración inflacionaria ya materializada en marzo (7,7% mensual), y con un salto en los dólares financieros que impactará en los registros de abril y mayo, el poder adquisitivo marcaría una nueva baja”, resaltó la consultora.
Pero la merma no será igual en todos los sectores. El estudio mencionó que en el inicio del año se mantuvo cierto dinamismo en la venta de bienes durables, con el incentivo de programas como “Ahora 12″, y servicios asociados al ocio o la recreación como Pre Viaje. “No obstante, aún se sostienen las ventas por debajo de niveles de 2017, en el marco de un poder adquisitivo que se redujo un 21,2% desde ese momento”, sostuvo Fundación Capital.
Por efecto de la inflación, se desacelera el consumo masivo y crecen las compras de bienes durables
La dinámica de los bienes durables y de servicios se explica porque, en medio de una inflación creciente y expectativas de devaluación, adelantar compras funciona como un mecanismo de cobertura ante las dificultades para ahorrar. Dicho de otro modo, por la suba de los precios, los pesos pierden valor muy rápido.
En contraste, el consumo masivo de bienes de primera necesidad muestra un retroceso desde finales del año pasado y la consultora estimó que la baja será de 1,1% en 2023. Dentro de ese rubro se registró una importante diferencia entre las ventas en establecimientos de distintos tamaños.
La consultora precisó que hubo una importante caída en autoservicios independientes, de casi 7% promedio entre noviembre y marzo respecto al mismo período del año anterior, mientras que los supermercados de mayor superficie crecieron 6,1% en ese lapso debido a las diferencias de precios, el acceso a promociones y a los programas como Precios Justos que no se encuentran en comercios de cercanía.
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En la misma línea, la consultora Econviews aseguró que el consumo caerá, pero su pronóstico es más pesimista: “La alta inflación, la pérdida de los salarios reales y el impacto de la sequía en la actividad no le serán esquivos al consumo que enfrenta unos meses complicados. Todas estas cuestiones hacen muy difícil pensar que el consumo privado no caerá en los próximos meses: proyectamos caídas del 8,5% y 1,5%, para el segundo y tercer trimestre del año, respectivamente, lo que implicaría una caída interanual del 5,2% en el 2023″.